Yo quiero una Guatemala distinta para las futuras generaciones: libre de asesinatos ordenados por partidarios espurios, que amedrentan a las voces inconformes, que se niegan a seguir siendo parte de la corrupción de administraciones incompetentes que detentan  legítimos derechos de los habitantes de nuestra nación. Defiendo el libre pensamiento, que expresa el sentir del pueblo, que se reconoce amedrentado ante la imposición de ideas socialistas, en tierra, que anhela seguir siendo independiente de cualquier concepto, que castigue la ideología de Libertad, en cualquiera que sea su expresión. Nosotros, los habitantes de este país merecemos, continuar dándonos la oportunidad de elegir y ser electos, dentro del mismo territorio, que garantice los derechos inalienables, que en el transcurso de la humanidad se han conseguido, para preservar la vida y la independencia de ideas. No quisiera pensar, que para conseguir algo que pertenece a las naciones pertenecientes a conglomerados democráticos, tuviéramos que derramar sangre de hermano contra hermano, porque eso somos todos los habitantes de una misma nación, unos con ideas progresistas, otros con tendencias materialistas, pero al final hijos de la misma Guatemala.