Robots submarinos trabajan para colocar un embudo gigante


La fuga de petróleo en el Golfo de México continúa sin detenerse. FOTO LA HORA: AFP

Los ingenieros de BP constataban «avances» hoy en sus esfuerzos para colocar una nueva tapa en el pozo submarino averiado en el que se origina la marea negra del Golfo de México.


En una fase crí­tica de las operaciones para frenar la peor catástrofe ambiental de la historia de Estados Unidos, la petrolera británica aprovechaba una calma meteorológica en plena temporada de huracanes en el Océano Atlántico para instalar un nuevo dispositivo capaz de retener la totalidad del petróleo que se escapa.

Desde el sábado pasado, cuando robots submarinos operando a unos 1.500 metros bajo el nivel del mar sacaron la antigua tapa que cubrí­a el pozo, hasta la colocación del nuevo modelo de la misma, supuestamente más eficaz, el proceso entero debí­a tardar de cuatro a siete dí­as en completarse.

«Estamos satisfechos de nuestros avances», dijo el vicepresidente de BP, Kent Wells, a la prensa. «Hemos planeado e implementado cuidadosamente todo este procedimiento. Hemos tratado de evitar cuantos errores como ha sido posible», agregó.

En un primer momento, un carrete de transición debe ser bajado y atornillado sobre el pozo averiado antes de que se coloque un gigantesco embudo, de 68 toneladas.

El antiguo embudo recuperaba unos 25.000 barriles de crudo al dí­a en promedio, de los 35.000 a 60.000 barriles que se derraman a diario en el océano, según las autoridades.

BP indicó que el nuevo dispositivo y el despliegue de un tercer barco de contención, el Helix Producer, llevarí­an la capacidad de recuperación diaria a un máximo de 80.000 barriles, es decir bastante como para contener toda la fuga.

«Llegará un momento en que captemos todo», confió Wells.

Asimismo, la Casa Blanca dio muestras de optimismo. El domingo, en las cadenas Fox News y ABC, el asesor de la presidencia David Axelrod dijo que la administración «confiaba razonablemente» en que se lograra contener la totalidad del petróleo antes de fin de mes.

«Tenemos motivos para creer que va a funcionar», dijo. «Pensamos que es una muy, muy buena oportunidad de tener el tipo de alivio que necesitamos», agregó.

El nuevo sistema es pensado para poder ser desconectado y reconectado más fácilmente en caso de que surja otro huracán. También conlleva un artefacto que deberí­a proporcionar la primera estimación precisa de la amplitud del flujo de petróleo que sale del pozo.

Sin embargo, no se espera ninguna solución definitiva antes de mediados de agosto como mí­nimo, cuando la construcción del primero de dos pozos de derivación se dé por terminada.

El retiro de la antigua tapa obligó a suspender la principal operación de contención, pero un modesto sistema de sifón está recuperando una pequeña parte del petróleo, unos 8.000 barriles al dí­a, bombeados por un buque en la superficie.

Wells dijo que dos barcos suplementarios se agregarí­an a una flota de 46 buques que extrae el petróleo del agua marina y que 15 incendios controlados de crudo se habí­an llevado a cabo el sábado gracias a las buenas condiciones climáticas.

El petróleo ya alcanzó las playas de los cinco Estados del Golfo de México (Texas, Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida), arruinando buena parte de la economí­a pesquera local.

En cuanto a BP, informó este lunes que la marea negra, causada por la explosión de una de sus plataformas petroleras en el Golfo de México, le habí­a costado ya 3.500 millones de dólares.