Canje de espí­as como en la Guerra Frí­a


La posibilidad de un intercambio de espí­as entre Rusia y Estados Unidos, a imagen y semejanza de los practicados durante la Guerra Frí­a, cobraba forma hoy para resolver el caso de espionaje que entorpece las relaciones ruso-estadounidenses, según la prensa rusa.


«Un encuentro entre el embajador de Rusia en Washington, Serguei Kisliak, y el subsecretario de Estado estadounidense, William Burns, terminó con resultados: las dos partes se pusieron de acuerdo en un intercambio de espí­as», escribió el diario digital Gazeta.ru, que cita «una fuente informada de cí­rculos diplomáticos».

El diario asegura, por otra parte, que Anna Chapman, de 28 años, una de las diez personas detenidas a finales de junio en Estados Unidos, llegará «de incógnito» a Moscú el jueves por la noche. Está acusada, como los demás, de ser un agente de los servicios de inteligencia exteriores rusos (SVR).

Esta joven pelirroja fue portada de la prensa internacional cuando su ex marido británico reveló detalles y fotos í­ntimas de cuando estaban casados.

Gazeta.ru subraya que Moscú no hará comentarios oficiales sobre el intercambio ni publicará la lista de los nombres.

Los sospechosos comparecerán el jueves a las 14H45 (18H45 GMT) en Nueva York como motivo de la lectura del acta de acusación.

Los diez presuntos agentes, y un undécimo que se encuentra prófugo, fueron inculpados por la fiscalí­a de Nueva York «por haber conspirado como agentes secretos en Estados Unidos por cuenta de la Federación de Rusia», y nueve de ellos también por «blanqueo».

Su eventual vuelta a Rusia en el marco de un canje salió a relucir por primera vez el miércoles. Lo mencionaron la abogada y la familia de Igor Sutiaguin, un experto en armamento detenido por espionaje para los estadounidenses desde 2004.

Algunos abogados de los presuntos espí­as rusos en Estados Unidos declararon al New York Times que esta solución era viable a partir de este mismo jueves.

El diario Kommersant, que cita fuentes de los servicios rusos, afirmó el jueves que al menos otros tres rusos condenados por espiar para Washington y Londres podrí­an beneficiarse del acuerdo, junto con Sutiaguin.

Se tratarí­a de dos ex agentes de los servicios secretos rusos acusados de haber trabajado para la CIA: Alexandre Sypatchev, condenado en 2002 a ocho años de detención, y Alexandre Zaporojski, que purga desde 2003 una pena de 18 años de cárcel.

El tercero serí­a el ex coronel de inteligencia militar rusa (GRU) Serguei Skripal, condenado en 2006 a 13 años de cárcel por espionaje por cuenta de Gran Bretaña.

«A partir de hoy deberí­an ser trasladados a Viena, y desde allí­ a Gran Bretaña y a otros paí­ses. Hoy mismo, los espí­as desenmascarados en Estados Unidos podrí­an ser enviados a Rusia», escribe el diario sin citar fuentes.

Según sus familiares, Sutiaguin ya fue trasladado a Moscú desde el lugar donde purga su pena, en la región de Arjánguelsk (norte). El experto en armas, que siempre clamó su inocencia, firmó una confesión para poder ser liberado.

Durante la Guerra Frí­a, Occidente y el Este practicaban los canjes de espí­as, sobre todo en el puente de Glienicke que uní­a Berlí­n Occidental con la Alemania del Este.

La prensa rusa afirma que tanto para los estadounidenses como para los rusos este método es la mejor forma de resolver el escándalo, en un momento en que Dimitri Medvedev y Barack Obama consideran prioritario reactivar sus relaciones.