Israel se congratulaba hoy por la mejoría de las relaciones con Estados Unidos luego de la cumbre del primer ministro Benjamin Netanyahu con el presidente norteamericano Barack Obama, aunque algunos analistas advertían de que este acercamiento podría ser de corta duración.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, calificó a la reunión del martes de «éxito». «Creemos que es probable que estemos muy cerca de discusiones directas entre nosotros y los palestinos sobre todos los temas», declaró a los periodistas.
La prensa del miércoles insistía en el contraste entre las sonrisas de los dos estadistas en la Casa Blanca y la atmósfera glacial de sus anteriores reuniones de marzo, después de que el Estado hebreo anunciara la construcción de 1.600 viviendas en un barrio de colonización en Jerusalén este anexada.
«Obama y Netanyahu probaron ayer que a pesar de todos los comentarios sobre una crisis personal entre ellos, tienen la memoria muy corta», señaló el diario Yediot Aharonot.
«Apenas seis semanas después del caso de la flotilla que provocó la anulación de su encuentro previsto y ocho meses después de su tristemente célebre y fría reunión, las sonrisas regresaron a la Oficina Oval y a los jardines de la Casa Blanca», destacó el periódico.
El mes pasado, Netanyahu, que estaba en Canadá, se vio obligado a postergar su visita a Washington para regresar a Israel y enfrentar la indignación internacional provocada por el ataque israelí del 31 de mayo contra una flotilla humanitaria para Gaza, en la cual murieron ocho turcos y un pasajero que tenía la doble nacionalidad turco-estadounidense.
Los medios israelíes atribuyeron el nuevo acercamiento a intereses circunstanciales: la imposibilidad por un lado de que un primer ministro israelí se permita una crisis duradera con su aliado norteamericano, y la necesidad de Obama, por el otro, de no perder electores judíos en las legislativas de medio mandato en noviembre próximo.
Para algunos periódicos, la mejoría de las relaciones bilaterales se debe también a que se evitaron los temas de desacuerdo.
«Cumbre Obama-Netanyahu: cartas personales, ramos de flores y ni una palabra sobre las colonias», titula el cotidiano de izquierda Haaretz.
La cuestión de la prolongación de la moratoria sobre la construcción en las colonias israelíes de Cisjordania, decretada por Netanyahu hasta el 26 de septiembre bajo presión estadounidense, no fue tratada en público.
Obama pareció incluso apoyar el pedido de Netanyahu para que las actuales negociaciones indirectas israelo-palestinas se conviertan en directas.
«Mi esperanza es que una vez que hayan comenzado las negociaciones directas, mucho antes de la expiración de la moratoria, eso cree un clima en el cual cada uno se sentirá más comprometido con el éxito», indicó, minimizando en los hechos la importancia de una decisión sobre la moratoria.
No obstante, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, reiteró que el interés de negociaciones directas dependía de respuestas de Israel, que dijo no haber obtenido hasta el momento.
«La dirección palestina espera respuestas sobre las fronteras y la seguridad para saber si debe iniciar negociaciones directas», sostuvo su portavoz, Nabil Abu Rudeina.
Tras un caluroso encuentro con el presidente estadounidense Barack Obama ayer en Washington, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu debía reunirse este miércoles con el secretario de Defensa Robert Gates y luego con el secretario general de la ONU Ban Ki-moon en Nueva York.
«Un presidente (Obama, ndlr) que trabaja ahora con el primer ministro (Netanyahu, ndlr), no contra él», se entusiasma el diario derechista Jerusalem Post, refiriéndose al cálido encuentro de la víspera entre ambos hombres.
Pero el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon será probablemente menos comprensivo con Netanyahu cuando los dos se reúnan este miércoles.
Ban estimó el martes que si bien la decisión israelí de flexibilizar el bloqueo contra Gaza era bienvenida, se tenía que hacer más para aliviar las dificultades que enfrentan los palestinos.
Asimismo, voces en Naciones Unidas reclaman una investigación exhaustiva sobre el deceso de nueve activistas turcos durante el asalto por un comando israelí de una flotilla humanitaria que pretendía violar el bloquo marítimo contra Gaza el 31 de mayo pasado.
Israel armó una comisión de investigación para aclarar los hechos con participación de observadores británicos y canadienses, pero varias naciones reclaman una investigación más internacional.
Durante su reunión con Ban, Netanyahu debería volver a abogar por un apoyo global a los esfuerzos encabezados por Estados Unidos para mantener una presión tanto diplomática como económica sobre Irán por su negación a frenar su programa nuclear ya que asegura es pacífico.
En la tarde del miércoles en Nueva York, Netanyahu se dirigirá a líderes judíos. El jueves, brindará un discurso ante el Consejo para las Relaciones Exteriores y se reunirá con el ex presidente Bill Clinton (1993-2001).