El canciller español, Miguel íngel Moratinos, dio el martes un fuerte espaldarazo al cardenal cubano Jaime Ortega en su mediación por la liberación de presos políticos, y dijo esperar resultados del diálogo entre la Iglesia y el Gobierno de Raúl Castro.
«Estamos muy satisfechos de la labor que está llevando a cabo la Iglesia Católica cubana en su diálogo con las autoridades cubanas, y esperamos lógicamente que ese trabajo de resultados», declaró el jefe de la diplomacia española.
Moratinos habló con Ortega una hora y media en el Arzobispado de La Habana, tras reunirse con su homólogo Bruno Rodríguez en el inicio de una visita de dos días, en la que espera ser recibido por Raúl Castro, como ocurrió en octubre de 2009.
«El gobierno español está apoyando, acompañando todas las actividades y actuaciones del cardenal Ortega y de la Iglesia Católica», subrayó el ministro español.
Su viaje busca «acompañar» el inédito diálogo instalado por Raúl Castro y Ortega el 19 de mayo, cuyo primer fruto fue la liberación de un preso político enfermo y el traslado de 12 a cárceles en sus provincias, pero la Iglesia, la oposición y la comunidad internacional esperan más excarcelaciones.
Ortega agradeció a Moratinos el «apoyo» y su «opción por este diálogo con Cuba», y le manifestó que su visita reafirma «la esperanza» sobre los prisioneros.
Previamente, aunque sin mencionar ante la prensa a los presos junto a Rodríguez, Moratinos se declaró «convencido» de que las dos jornadas de su visita «serán positivas».
«Serán exitosas tanto para Cuba como para España y lógicamente nuestros socios europeos considerarán» un levantamiento «definitivo» de la Posición Común, dijo.
Rodríguez reiteró que esa política, que desde 1996 condiciona la relación de la Unión Europea (UE) con Cuba a avances en derechos humanos, es «injusta, unilateral, injerencista» y un «obstáculo insalvable» para la normalización de los vínculos con el bloque, afectadas desde 2003 por un arresto masivo de opositores.
«Moratinos no vino para irse con las manos vacías, sino por una promesa seria de que va a poder mostrar resultados para lograr que se elimine la Posición Común», opinó el disidente Elizardo Sánchez.
Versiones en Madrid señalan que la negociación incluiría a «un gran número» o a «todos» los presos políticos, que según Sánchez suman 167, 34 menos que hace seis meses.
Según Sánchez, a unos 40 presos se le hicieron exámenes médicos y se les consultó si de ser liberados emigrarían. La prensa española mencionó que Francia y España recibirían presos, y Chile anunció su disposición a hacer lo mismo.
«Vamos a seguir trabajando, a seguir dialogando, es lo que tenemos que hacer», dijo Moratinos, al esquivar en La Habana preguntas de si Madrid recibirá presos.
La liberación de al menos 10 prisioneros haría desistir al disidente Guillermo Fariñas de la huelga de hambre que cumple desde hace 133 días en demanda de la excarcelación de 25 reos enfermos.
Internado en el hospital de la central ciudad de Santa Clara, Fariñas, en riesgo de muerte por un coágulo en la yugular, expresó en una carta que será un «honor» morir por su causa y responsabilizó de ello al Gobierno.
«Ojalá Moratinos pueda jugar su papel. La salud de Fariñas ya no resiste mucho más y tampoco la de algunos presos», dijo la vocera del disidente, Licet Zamora.
Aunque descartó ver a Fariñas, quien ya rechazó ofertas de asilo de Madrid, Moratinos expresó su esperanza de que abandone la protesta.
Raúl Castro, que acusa a los opositores de «mercenarios» de Washington, dice que no cederá a «chantajes» y que resistirá la «campaña» contra Cuba lanzada por la UE y Estados Unidos a raíz de la muerte en febrero del preso opositor Orlando Zapata -tras 85 días de huelga de hambre- y el ayuno de Fariñas.
Este martes, el subsecretario adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela, calificó de «un paso positivo hacia adelante» el esfuerzo de la Iglesia y de España.