¿Y dónde está el piloto?


Esta pregunta nace al observar la masiva renuncia de miembros del Gabinete Económico del presidente Colom, porque de quienes iniciaron la gestión gubernamental, sólo queda la Presidenta del Banco de Guatemala, todos los demás han sido removidos o han renunciado. No hay que olvidar que en los próximos meses se vence el perí­odo de la Presidenta de la Banca Central, y es difí­cil pensar en que habrá una reelección.

Mariano Rayo
Diputado Unionista

Hoy hay una nueva conformación del Gabinete Económico, para algunos de continuidad, por los nombramientos efectuados, pero más importante si es de continuidad o no, es la conclusión que no hay un piloto responsable de fijar la ruta de vuelo en materia económica y menos de conducir la nave.

Y es que al igual que la expresión «is the economy, stupid», pronunciada por Bill Clinton para explicar a los republicanos las razones de su victoria electoral, acá es igual. Con ella querí­a decir, y es lo que hay que comprender en Guatemala, que las preocupaciones principales de los ciudadanos tienen que ver con el estado de la economí­a y con el modo en que esta se puede traducir en bienestar social. Es cierto, no cabe duda, la inseguridad nos agobia, pero muchas de sus causas, encuentran su explicación en la difí­cil situación económica del paí­s.

En los últimos meses se le ha dado prioridad a los temas de seguridad y justicia, y está bien, porque es impostergable su atención, pero el grave error nacional, es habernos concentrado sólo en ellos, dejando la economí­a en un tercer o cuarto plano. Que no se me mal entienda, no se puede negar que mantenemos una tradicional estabilidad macroeconómica, capital polí­tico-económico que está en riesgo creciente de deteriorarse, y que como paí­s se logró campear mejor que otros la crisis financiera-económica internacional. Pero se estarí­a mucho mejor, si se hubiera atendido adecuadamente el tema económico-financiero.

Primero, se hizo una lectura muy tardí­a de la crisis. Bien recuerdo cuando en septiembre del 2008, cuando casi nadie negaba la crisis y las instituciones financieras mundiales tan grandes para caer se desplomaban, todaví­a se enviaba al Congreso los reportes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional de enero de ese año, que predecí­an la continuidad del ciclo expansionista de la economí­a, para justificar las ampliaciones presupuestarias y el presupuesto del Estado 2009.

Segundo, la respuesta fue ideológica e incompleta, y su aplicación inconclusa. ¿Quién recuerda el Programa Nacional de Emergencia y Recuperación Económica presentado en enero del 2009, o del trabajo del Comité de Crisis o del resultado de la labor del Coordinador del PNRE? Once polí­ticas y acciones tení­a el PNRE: Polí­tica fiscal anticí­clica; Seguridad; Polí­tica de empleo; Polí­tica de protección social; Polí­ticas sectoriales prioritarias; Implementación de la agenda de competitividad; Polí­tica monetaria, cambiaria y crediticia; Polí­tica financiera; Polí­tica bancaria; Integración centroamericana; Transparencia y calidad del gasto público. Seamos objetivos, ¿qué queda de ese Programa y qué evaluación se ha hecho? Cómo defender que el PNRE fijaba un déficit fiscal del 2%, y por segundo año consecutivo el mismo estará por encima del 3%.

Hoy, por los acontecimientos que han golpeado al paí­s, recibimos el Plan de Reconstrucción y Recuperación con Transformación con las propuestas siguientes: Asistencia Humanitaria y Rehabilitación; Rehabilitación de Medios de Vida y Recuperación Económica; Adaptación y Mitigación al Cambio Climático; Fortalecimiento Institucional.

El Ejecutivo propone, dentro del Plan de Reconstrucción, la legislación siguiente: Ley de antievasión; Otras leyes financieras (bonos y préstamos); Ley de Ordenamiento Territorial; Ley de Cambio Climático; Ley de Orden Público; Reforma a la ley de CONRED. Sin embargo, me consta que el proceso de concertación de una agenda legislativa en el Congreso gira alrededor del resultado de las Mesas de Diálogo en Seguridad y Justicia, y de Reactivación, Desarrollo Rural y Pueblos Indí­genas, donde ninguna de las propuestas del Ejecutivo encuentra espacio todaví­a.

¿Donde está la concatenación con el PNRE? ¿Cómo empata la agenda legislativa del Congreso con la propuesta del Ejecutivo?

¿Dónde está el piloto?