Al encenderse la mecha del cohete que parte desde el balcón del ayuntamiento de Pamplona (norte) al grito de: ¡Viva (y gora, en vasco) San Fermín!, comenzó hoy una nueva edición de los Sanfermines, «la» fiesta más famosa y arriesgada del mundo taurino.
Esta fiesta en honor a San Fermín, -que causó 15 muertos desde 1911- arranca con el «chupinazo» y acaba una semana después, el 14 de julio, cuando se cante el «Pobre de mí», el tradicional cántico de despedida y después de una semana de riesgo y fiesta.
Tras el «chupinazo», la capital navarra cambia completamente su fisonomía tranquila y provinciana y se tiñe durante nueve días de rojo y blanco, el color que llevan los «mozos» y «mozas» (pañuelo rojo y ropa blanca) que corren por delante de los astados durante los ocho encierros que tienen lugar por las calles de la ciudad.
Todo estaba previsto hoy para empezar los sanfermines. El blanco y el rojo dominando en las calles y las primeras botellas vacías de «calimocho» (vino con cola) ya podían verse por las calles, mientras la gran cantidad de entusiastas animaban con el típico «oé, oé, oé» de los estados de fútbol.
El miércoles por la noche, también Pamplona estará pendiente de «la Roja», la selección de España de fútbol que en el Mundial de Sudáfrica disputará su histórica primer semifinal contra Alemania, de donde proceden muchos jovenes también aficionados a esta cita anual.
La mecha del «chupinazo» fue encendida este año por la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, después que cediera este privilegio la alcaldesa de la capital navarra, Yolanda Barcina, con motivo de los 150 años de historia de la comparsa.
La fiesta más colorida y famosa del verano español sigue luego con un paseo de las bandas de música desde la plaza del Ayuntamiento y por la tarde desfilan gigantes y cabezudos. Los actos inaugurales concluyen en la Capilla de San Fermín, donde tienen lugar las tradicionales Vísperas Solemnes.
Este año, los encierros de San Fermín, tendrán amplia respuesta de imagen y difusión. Además de poder verse íntegramente por TVE, desde los corrales y la cuesta de Santo Domingo (donde arrancan las corridas de los toros) hasta el interior de la plaza de toros de Pamplona (donde quedan finalmente encerrados), alrededor de las siete de la mañana.
Asimismo, en una plaza de Pamplona se instalará una pantalla gigante, desde donde se podrán seguir todas las etapas del recorrido enloquecido de los mozos entre los astados.
Concluido el encierro, se podrán ver imágenes desde los ángulos que no fueron captados por la retransmisión y algunos especialistas comentarán «la jugada», analizando el recorrido y recogiendo impresiones de los protagonistas.
En cuanto a la seguridad, se ha previsto un dispositivo atendido por unos 3.000 agentes pertenecientes a los diferentes cuerpos nacional y autonómico.
La alcaldía de Pamplona ha prohibido la venta ambulante de vuvuzelas durante las fiestas de San Fermín, debido a «su molesto ruido», popularizado en los partidos del Mundial de fútbol de Sudáfrica.