El técnico de la Selección Argentina de Fútbol, Diego Maradona, y sus jugadores fueron ovacionados por miles de personas a su arribo a Buenos Aires ayer pese a la dura derrota 4-0 ante Alemania por cuartos de final que los eliminó del Mundial de Sudáfrica-2010.
Al grito de: ¡Diego, Diego!, miles de hinchas colapsaron desde el mediodía los alrededores del aeropuerto de Ezeiza, 60 km al sur de Buenos Aires, adonde la selección argentina arribó proveniente de Sudáfrica al caer la tarde.
Vestidos con casacas argentinas y agitando banderas celestes y blancas, gente de todas las edades, muchos con sus familias, acudieron a manifestar su apoyo al plantel en medio de voces que pedían la continuidad de Diego Maradona al frente de la selección.
«Estamos felices igual, a Diego le pido que siga, dale para adelante», dijo Fernando, que fue a recibir a su ídolo con su pequeño hijo en brazos.
A su lado otro hincha confesó que manejó «desde Tucumán, 1.400 kilómetros para venir hoy a hacerle el «aguante» (apoyo) a Diego, lo quiero a muerte».
«La revancha será la Copa América» que se juega el año próximo en Argentina, opinó antes de fundirse en un grito de: ¡Maradooo, Marrado!, junto a otra decena de simpatizantes.
La inesperada recepción de apoyo se contrapuso con el fuerte operativo de seguridad que montó la policía aeroportuaria para intentar impedir el contacto de los hinchas con sus ídolos ante el temor de desmanes.
Según lo dispuesto por la policía, el plantel fue embarcado en un autobús directamente en la pista de aterrizaje y conducido desde allí al predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), a pocos kilómetros del aeropuerto por un camino alternativo.
El vehículo que conducía al plantel avanzó a duras penas en su arribo al predio de la AFA en medio de los hinchas que acudieron a saludar su llegada.
Desde su interior el propio Diego Maradona y algunos jugadores saludaron con gesto de sorpresa el tributo de la gente, según mostraron imágenes de la televisión.
Allí pudieron verse los rostros abatidos de Lionel Messi, Gabriel Heinze, Carlos Tévez, Martín Palermo, Javier Mascherano y Sergio Agí¼ero, cuyos gestos de desconsuelo contrastaron con el clima de fiesta que desató la gente al recibirlos.
Los albicelestes se despidieron del Mundial el sábado con una derrota 4-0 ante Alemania que los medios de prensa argentinos coincidieron en definir como un «sonoro cachetazo de realidad» en medio de fuertes críticas a la labor de Diego Maradona, quien puso en duda su continuidad al frente del plantel.