Abstención e izquierda, árbitros en elección


El liberal Bronislaw Komorowski se enfrentará el domingo en segunda vuelta de la presidencial polaca al conservador y antieuropeo Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del presidente fallecido, un duelo que será dirimido por los abstencionistas y los electores de la izquierda.


La elección se realiza tras el accidente del avión en el que murió el presidente Lech Kaczynski, el 10 de abril en Rusia, y que traumatizó al paí­s.

En la primera vuelta, Komorowski, obtuvo 41,54% de los votos, contra el 36,46% de Kaczynski. Según los últimos sondeos de intención de voto, mantiene la delantera con el 52,1% contra 41,6%.

Una victoria de Komorowski, candidato del partido liberal Plataforma Cí­vica (PO), formación del primer ministro Donald Tusk, respaldada principalmente por los beneficiarios de las reformas económicas llevadas a cabo en Polonia tras la caí­da del comunismo, permitirí­a a esta formación tomar las riendas del paí­s en su totalidad.

En cambio, si se impone Kaczynski, ex primer ministro, lí­der de la oposición conservadora del partido Derecho y Justicia (PiS), apoyado por los electores de las pequeñas ciudades y del campo, los antieuropeos y partidarios de un Estado de bienestar, permitirí­a a los conservadores soñar con un regreso a la primera lí­nea de la arena polí­tica.

«Los electores de Komorowski quieren tomar en mano sus destinos mientras que los de Kaczynski esperan aun más del Estado», estima Stanislaw Mocek de la Academia Polaca de Ciencias.

Los analistas concuerdan sin embargo en decir que el resultado dependerá de la abstención antes que de los programas de los candidatos.

«Todo se juega con la participación, si es baja todo es posible», estimó Eryk Mistewicz, especialista en marketing polí­tico.

En efecto, aunque Komorowski, presidente interino, sigue siendo el favorito, por poco, los analistas subrayan que la abstención juega en favor de su rival, cuyos electores son más disciplinados.

Kaczynski, conocido por su carácter conflictual, es consciente. «Quiere mostrarse como alguien conciliador, evitar a todo precio los conflictos», señaló Mistewicz.

Los comicios se llevan a cabo en época de verano y los habitantes de las grandes ciudades, muchos de los cuales son electores potenciales de Komorowski, estarán de vacaciones, explicó.

Para movilizar a sus electores, el candidato liberal les pidió que se procuraran documentos que los autoricen a votar lejos de sus domicilios, como lo hará él mismo en un colegio electoral cercano a su residencia de verano en el noreste de Polonia.

El voto de los electores de izquierda es la segunda gran incógnita de esta elección.

El joven lí­der socialdemócrata Grzegorz Napieralski, tercero en la primera vuelta con 13,68% de los votos, no dio consignas claras a sus electores, que ocuparán la función de árbitro.

Komorowski y Kaczynski intentaron seducir a los electores de Napieralski. El candidato liberal se declaró favorable a un sistema de paridad entre hombres y mujeres en las listas electorales y, parcialmente, en el financiamiento por el Estado de la fecundación in vitro.

También se pronunció por el retiro de las fuerzas polacas de Afganistán.

Kaczynski intentó por su parte seducir a los electores de izquierda proponiéndoles implementar polí­ticas de un Estado de bienestar. No dudó en declararse «un poco» de izquierda, provocando la ira de los electores que se encuentran en el extremo del arco de la derecha, los ultracatólicos y nacionalistas.

Dos tercios de los electores de la izquierda tení­an intención de votar a Komorowski justo después de la primera vuelta, según los sondeos de boca de urna.