Centroamérica aprueba estrategia para combatir fenómenos naturales


El primer ministro italiano Silvio Berlusconi (C, camisa azul) posa en el Canal de Panamá junto a los presidentes que participan en la Secretarí­a de Integración Centroamericana (SICA). FOTO AFP / Elmer MARTINEZ

La preparación y la construcción de un fondo comunitario centran la estrategia aprobada por los paí­ses centroamericanos en Panamá para combatir los fenómenos naturales extremos, que se pueden agravar por el cambio climático.


Denominada Polí­tica Centroamericana de Gestión Integral de Riesgo y Desastres (PCGIR), la estrategia será coordinada y ejecutada por el Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres Naturales (CEPREDENAC) con el apoyo de la Secretarí­a de Integración Centroamericana (SICA).

Según la declaración suscrita por los presidentes del Istmo en el marco de la recién finalizada XXXV Cumbre de presidentes celebrada en la capital panameña, la estrategia «prioriza lineamientos con un enfoque multisectorial y territorial».

«La estrategia le da prioridad al tema de la vulnerabilidad que tenemos los paí­ses y sobre todo se busca predictibilidad en los riesgos, en los azotes que tenemos de terremotos, erupción de volcanes, huracanes y marejadas», declaró a la AFP el secretario general del SICA, Juan Daniel Alemán.

La PCGIR contempla capacitar a los paí­ses para «reaccionar de forma correcta» en las diferentes fases de un fenómeno natural.

También establece la creación de un fondo (no precisado) de los paí­ses de la región que pueda ser manejado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que sirva, según Aleman, de «capital semilla» para no tener que recurrir a presupuestos extraordinarios en caso de una emergencia.

«Se necesita un fondo porque cada vez que llega un fenómeno natural se impactan vidas, se tiene infraestructura dañada y la historia de reconstrucción de puentes, carreteras y viviendas es la misma», subrayó Alemán.

Entre 1960 y 1999 las catástrofes naturales han dejado 56.669 muertos, 123.346 heridos y 10,2 millones de desplazados o evacuados, según un estudio realizado en 2009 por expertos de universidades de Francia, España, Italia, México y Centroamérica. Y este balance puede agravarse considerablemente cuando se contabilicen los desastres de la última década.

Dicho estudio también critica la actitud «reactiva» de los gobiernos ante los desastres.

Las pérdidas económicas son también elevadas. Solo el huracán Mitch y otros fenómenos naturales ocurridos entre 1996 y 1999 costaron a la región 16.000 millones de dólares y provocaron la reducción de 1,3% del PIB regional.

A los desastres naturales, se suma el manejo inadecuado de la tierra. «Centroamérica continúa deforestando a un ritmo de 44 héctareas por hora», denuncia el SICA.

«Esta cifra alarmante no ha cambiado en los últimos diez años. A este paso, la región apenas cuenta ya con un 36,5% de cobertura forestal y se acerca peligrosamente al lí­mite de destrucción de los recursos naturales», advierte el estudio.

Los escenarios previstos para la región en los próximos años, anticipan que el incremento de la temperatura media de Centroamérica para el 2020 será de 0,4 a 1,1 grados centí­grados para la estación seca y de 0,5 a 1,7% grados centí­grados para la estación lluviosa.

Con unos 533.000 km2 y 40 millones de habitantes, cuya esperanza de vida fluctúa entre 67,6 y 78,3 años, Centroamérica está ubicada en el llamado «cinturón de fuego del Pací­fico», epicentro de mortí­feros y constantes terremotos y está expuesta además a fenómenos atmosféricos tanto en la costa del Caribe y del Pací­fico.