Eliancito, diez años después


Cuba recordó ayer el décimo aniversario del regreso a Cuba del niño náufrago Elián González, eje de una ácida disputa entre anticastristas de Miami y el Gobierno de la isla, y quien ahora estudia para oficial de las Fuerzas Armadas.


«El dolor de la tragedia quedó atrás» y Elián vive ahora «feliz como cualquier otro adolescente a sus 16 años, junto a sus familiares y hermanos», señaló el diario Juventud Rebelde, que dedicó una página entera a contar la saga del balserito, convertido en sí­mbolo de la revolución cubana.

«Una década después de haber sido el juguete de los enemigos de la revolución, lo vemos vistiendo su uniforme verdeolivo como estudiante de la escuela militar Camilo Cienfuegos (preuniversitario), donde se prepara como futuro oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias», añadió el periódico.

Vestido con su uniforme de cadete, Elián participó en abril pasado en un congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que llamó a enfrentar la «apatí­a» polí­tica en la juventud cubana.

La odisea de Elián comenzó cuando su madre Elizabeth Brotons, y otras 11 personas, intentaron abandonar ilegalmente Cuba en un bote que naufragó a pocas millas de la costa de Florida (Estados Unidos), el 22 de noviembre de 1999.

Elián fue rescatado por pescadores, pero su madre y otras 11 personas murieron ahogadas.

Tras ser entregado a sus familiares en Miami, el menor se convirtió en centro de una disputa entre sus parientes en esa ciudad estadounidense y su padre, Juan Miguel González, que reclamó la devolución del niño, con el apoyo del entonces presidente cubano Fidel Castro.

La puja por el menor enfrentó al Gobierno de Cuba y sus partidarios con la parte mas conservadora del exilio cubano en Miami durante siete meses, hasta que los tribunales estadounidenses fallaron a favor del padre y del retorno del niño a la isla, lo que ocurrió el 28 de junio de 2000.

Hasta que enfermó en julio de 2006, el lí­der cubano Fidel Castro asistió a todos los cumpleaños de Elián, y los aniversarios de su regreso son celebrados en su ciudad natal de Cárdenas, 150 km al este de La Habana, con actos y marchas.

SEMBLANZA

Estudiante en una escuela militar, militante de la juventud comunista, amante de la música, de la computación y del gimnasio. Ese es Elián González al cumplirse el 28 de junio diez años de su regreso a la isla tras una disputa jurí­dica y polí­tica entre Cuba y Estados Unidos. Seguir leyendo el arí­culo

En la actualidad, el adolescente de 16 años «disfruta la música, es fiestero, aunque no muy buen bailador, pasa horas frente al ordenador o haciendo «hierros» (pesas) con sus amigos» reseñó el periódico Tribuna de La Habana, en su edición dominical.

El diario oficial Juventud Rebelde dijo que Elián es «estudiante de la escuela militar Camilo Cienfuegos, donde se prepara como futuro oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias».

La última vez que varios medios de prensa cubana publicaron una foto de Elián fue el pasado 4 de abril cuando participó como delegado al Noveno Congreso de la Unión de Jóvenes comunistas de Cuba. Se vio al joven vestido con el uniforme verde olivo de los estudiantes de las escuelas preuniversitarias militares, con rostro alargado y serio, cabello corto y negro.

El pequeño estaba a punto de cumplir seis años a finales de 1999, cuando un pescador lo encontró a la deriva en un neumático frente a las costas de la Florida. Era el único sobreviviente de una embarcación en la cual su madre y otras personas se ahogaron intentando llegar a Estados Unidos.

El padre de Elián, Juan Miguel González, que estaba separado de la madre, reclamó la devolución del niño y pidió ayuda al gobierno cubano entonces presidido por Fidel Castro.

Janet Reno, secretaria de Justicia en el gobierno de William Clinton, insistió en que el niño debí­a estar con su padre y éste recobró la patria potestad durante un proceso legal en Estados Unidos. Las autoridades debieron usar la fuerza para sacar a Elián de la casa de la familia en Miami que se negaba a entregarlo y el 28 de junio del 2000, Elian aterrizó en el aeropuerto de La Habana en brazos de su padre.

«Elián es lí­der natural. Su fuerte no es la oratoria. Lo de él es hacer, más que hablar, pero sí­ dice lo que piensa y lo hace bien», reseñó el rotativo cubano.

Durante muchos años después de su regreso a la isla, el ex presidente Fidel Castro, asistió a los cumpleaños del pequeño.