No son casos trascendentales para la historia, como el asesinato del abogado que responsabilizó de su muerte al Presidente o la matanza de 22 extranjeros en un autobús; son delitos que se cometen a diario, pero no por ello dejan de ser importantes y la causa principal de los altos í­ndices de impunidad.

Una lista de al menos ocho delitos engrosan las estadí­sticas delictivas en Guatemala, que en comparación con el año 2009, van en franco aumento. Son considerados delitos de «bajo impacto» porque los casos particulares no trascienden en los medios de comunicación, aunque en conjunto revelan la situación de impunidad en el paí­s.

Estadí­sticas del Ministerio de Gobernación (Mingob) dan cuenta que el año pasado la mayorí­a de delitos fueron robos comunes, robo de vehí­culos, asesinatos, extorsiones, robo de celulares, secuestros y linchamientos.

En su conjunto, los crí­menes engrosan los í­ndices de impunidad, debido a que la mayorí­a no pueden ser investigados y resueltos, frente a la debilidad de las autoridades para investigar y del sistema de justicia para procesarlos como casos.

A criterio de Rony López, fiscal contra el Crimen Organizado del Ministerio Público (MP), algunos los delitos frecuentes preocupan tanto como la trata de personas, los asaltos a bancos, a vehí­culos blindados y la defraudación financiera a alto nivel.

López indica que, de acuerdo con la investigación y persecución penal que le corresponde al MP, es preocupante el aumento de las extorsiones y el robo de vehí­culos, que son dos flagelos latentes y que pese al trabajo de investigación que realiza la fiscalí­a y la Policí­a Nacional Civil (PNC), continúan afectando a los guatemaltecos.

Según el fiscal, un promedio de 40 a 45 denuncias de extorsión son recibidas diariamente en la Capital, aunque el problema también azota a los ciudadanos del interior del paí­s.

«En cuanto a la extorsión es un delito bastante fuerte que se da en todo el ámbito, en todos los departamentos de la república y en la ciudad capital; los sectores más afectados son el transporte urbano y extraurbano, pero también los comercios y casas particulares; en promedio se reciben entre 40 y 45 denuncias solo en la capital», afirma.

FINANCIAMIENTO

Una fuente de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC), también considera que la extorsión es el peor mal en la actualidad, ya que se le considera como la fuente de financiamiento para cometer otros ilí­citos, como el narcotráfico, el secuestro y el tráfico de armas.

Entre las ví­ctimas de extorsión no se cuenta sólo a particulares, sino también a comercios y grandes empresas, que pagan millonarias extorsiones cada mes.

Según se indica, este es el caso del transporte público, donde después de las pesquisas realizadas, se determinó que en los buses de la ruta 40R, algunos pilotos y ayudantes eran quienes hostigaban a sus propios compañeros, y aunque en ocasiones se identificaban como pandilleros, no tení­an ví­nculos con esos grupos delincuenciales, sino que lo hací­an para infundir temor y obtener una respuesta pronta a sus exigencias.

Las cifras de la Unidad de Control de Maras dan cuenta que el año pasado fueron detenidas 253 personas sindicadas de extorsión a domicilios, a negocios y al transporte, además de la desarticulación de bandas que conformaban estructuras delictivas desde prisión, y aunque la situación se logró controlar, tras los traslados de reos a la cárcel de Fraijanes II, la situación volvió a agudizarse con el retorno de pandilleros al Preventivo para Varones de la zona 18.

Por otro lado, la Fiscalí­a sostiene que el robo de vehí­culos representa otro de los flagelos a combatir, pues a diario y en toda la república son robados de 20 a 24 automotores, incluyendo motocicletas.

Algunas ví­ctimas han sido golpeadas o hasta asesinadas por oponerse a entregar su automóvil, principalmente en semáforos.

MEDIDAS

La cartera del Interior indica que constantemente buscan medidas para contrarrestar los hechos delictivos, una de ellas es el control en las cárceles del paí­s, desde donde se sabe que se planifican hechos fuera de la ley, por eso, supuestamente existe restricción en la entrega de encomiendas a los privados de libertad y mayor control en las visitas.

Por su parte la Fiscalí­a contra el Crimen Organizado señala que trabajan en conjunto con la PNC para atacar a los grupos del crimen y la delincuencia organizada, que operan bajo el manto de la impunidad por la falta de denuncia de los afectados que temen ser ví­ctimas de represalia.

Rony López dice que la población debe perder el miedo y dar a conocer la información necesaria a las autoridades, para poder implementar las estrategias para el combate y erradicación de «los grupos que hacen daño al paí­s».