Grupos criminales y del narcotráfico se expanden en el oriente del país; otra matanza, de cinco personas, evidencia la debilidad e incapacidad de las instituciones de seguridad para combatir las amenazas contra el Estado.
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Expertos en seguridad lamentan que la lucha que mantienen los narcotraficantes y grupos criminales entre sí, pone en riesgo a la sociedad en conjunto.
El agravante es la incapacidad de las autoridades para enfrentar a los grupos paralelos que operan al margen de la ley, especialmente en las zonas fronterizas, en donde la presencia de las fuerzas de seguridad es escasa, como ocurrió anoche en el departamento de Zacapa, en donde fallecieron cinco personas en un supuesto enfrentamiento entre criminales.
La diputada Nineth Montenegro reniega que la población vuelva a quedar sometida y en fuego cruzado. «Lamentablemente ha crecido la actividad del narcotráfico y solo la CICIG ha empezado a desnudar a esas mafias», comentó.
Eleonora Muralles, de Familiares y Amigos Contra la Desaparición y el Secuestro (Fads), lamentó que otra vez se demuestra la debilidad de la Policía Nacional Civil para combatir el crimen, «no tiene el nivel reactivo, menos el nivel preventivo», dijo.
HECHOS
Los grupos paralelos se apoderan del país porque siguen incrustados en instituciones públicas y organizaciones privadas donde pasan desapercibidas a los ojos de autoridades y la población, lamentó Muralles
El diputado Rubén Mejía refuerza que el narcotráfico se ha apoderado de la parte oriental del país y rechazó los actos de barbarie. «Los planes que existen para combatir el narcotráfico y la CICIG son necesarios para combatir ese flagelo», expresó.
Merlin Giovanni España Arrué, de 43 años, junto a Melvin Mayorga Acosta, de 30, Alirio Villafuerte de 41 años, Julio Lemus de 42 y Napoleón Villagrán Solís de 42 años, fueron asesinados con fusiles AK 47 en la aldea La Fragua, Zacapa, al oriente del país, en un hecho que todavía no ha sido esclarecido.