El mundo es un balón


Marí­a Cristina Rosas

Este es un ensayo largo, aunque no tanto como para abarcar siquiera los linderos del área chica de una cancha de fútbol. Pero a través de su lectura miraremos mucho de lo que ha desfilado en los campos desde que surgió la Copa del Mundo de ese deporte. Tal es la forma en como acompañamos al anhelo de millones de seres humanos por gritar o cantar los goles en favor de su causa, y lo hacemos, como siempre, con la pluma ágil y enterada de la mejor mediocampista de etcétera: Marí­a Cristina Rosas.


El 11 de junio inició la justa deportiva más popular del planeta: la Copa Mundial de Fútbol, con la participación de representativos de 32 paí­ses. El torneo, organizado por la FIFA, es el evento para una sola disciplina que más atención atrae; rivaliza e inclusive supera el interés que despiertan los Juegos Olí­mpicos.

Si bien se le caracteriza como una actividad lúdica que lo mismo fascina a chicos y grandes, hombres y mujeres, y personas de prácticamente todas las naciones y estratos sociales, el fútbol es mucho más que un juego. A menudo está ligado a la polí­tica. El historiador británico Paul Preston lo considera una especie de «droga» y/o mecanismo de control social por su capacidad para mantener a la población al margen de protestas y, en cambio, alentar la pasividad polí­tica.1 En contraste, Eduardo Galeano recuerda que el Argentinos Juniors nació con el nombre de Mártires de Chicago en 1904, en honor a los 8 anarquistas encarcelados y/o ahorcados en 1886 durante la masacre de Maymarker, en Chicago, por lo que el fútbol puede contribuir a la conciencia social.2 También es una actividad económica muy importante, dado que cada vez más el fútbol es un espectáculo y un gran negocio, con todo lo que eso implica. La FIFA, además, se erige en una especie de rival de la ONU, al unir, a través del futbol, a las naciones.

La Copa del Mundo 2010 es un evento de singular importancia por varias razones: es la primera ocasión que se lleva a cabo en ífrica, venciendo no sólo el racismo y la discriminación tradicional que la FIFA le ha prodigado a ese continente, sino también el afropesimismo de la comunidad internacional, acostumbrada a mirarlo como un lugar exótico y plagado de problemas. Es la tercera copa del mundo en el siglo XXI, y la primera que enfrenta amenazas serias de ataques terroristas de Al Qaeda. Se efectúa en un paí­s, Sudáfrica, que aún lucha la reconciliación nacional y encara desafí­os tan importantes como la epidemia del VIH/SIDA. Este es, además, el torneo de las redes sociales y la tecnologí­a que permitirá transmitir los partidos en alta definición y hasta en tercera dimensión. Por todo ello, la copa genera tantas expectativas, justo en momentos en que la crisis económica internacional agobia a las sociedades. Esta es una mirada a lo que representa el futbol para el planeta.

ENTRE LA GUERRA Y LA PAZ

Honduras y El Salvador tienen una relación históricamente conflictiva. Mientras que el primero posee una extensión territorial de 112 mil 492 kilómetros cuadrados y una población cercana a los 8 millones de habitantes, su vecino tiene apenas 21 mil 040 kilómetros cuadrados donde se asientan 6 millones 200 mil habitantes.

Los campesinos salvadoreños tradicionalmente han emigrado a Honduras para mejorar sus condiciones de vida; a finales de los 60, alrededor de 300 mil personas se asentaron en Honduras, lo que generó fricciones con los campesinos catrachos. El gobierno de Tegucigalpa presionó a su vecino para que repatriara a los salvadoreños, pero El Salvador temí­a una revuelta social si regresaban. Así­, en las eliminatorias con vistas a la Copa del Mundo 1970 a celebrarse en México, las selecciones de ambos paí­ses se enfrentaron. El primer partido tuvo lugar el 9 de junio de 1969 en Honduras y la noche anterior los hinchas hondureños se apostaron a las afueras del hotel donde se hospedaba la selección rival y arrojaron piedras e hicieron toda clase de ruidos para evitar que los jugadores descansaran.

Honduras se impuso con un marcador de 1-0 y en El Salvador la población tomó muy mal la derrota, al punto de que una chica de 18 años, Amelia Bolaños, se suicidó de un disparo en el corazón. Los medios divulgaron ampliamente la noticia y el cortejo fúnebre de Amelia fue transmitido en directo por la televisión, con la asistencia del Presidente de la República y de todos los jugadores de la selección nacional. En el partido de vuelta, que se disputó en El Salvador, los hinchas salvadoreños hicieron desmanes afuera del hotel que albergaba a los jugadores catrachos, a manera de revancha. El Salvador goleó 3-0 a Honduras. Horas más tarde, la frontera entre los dos paí­ses se cerró. A los dos dí­as estalló una bomba en Tegucigalpa. Hubo hostilidades a lo largo de cinco dí­as y provocaron la muerte de 6 mil personas, además de 20 mil heridos. La Guerra del fútbol, como se le conoce a este episodio, cesó gracias a la mediación de la OEA, pero las tensiones entre Honduras y El Salvador se mantendrí­an por largo tiempo.3

El fútbol es la paz. Puede contribuir a solucionar conflictos y erigirse en alternativa de ejercer la diplomacia. Joao Havelange, quien presidiera a la FIFA de 1974 a 1998, decí­a que «donde la polí­tica, la diplomacia y los cí­rculos financieros han fracasado, el fútbol puede triunfar» y proponí­a organizar un partido para hermanar a Israel y los palestinos.4 Santiago Bernabéu Yeste sentenciaba: «si los dirigentes deportivos se esforzaran por lograrlo, el balón puede tener más influencia que la paloma de la paz en el sosiego de este mundo tan revuelto y agitado.»5 Las rencillas de antaño podrí­an superarse si los protagonistas las dirimieran en un juego limpio. Por ejemplo, en septiembre de 2008, las selecciones de Armenia y Turquí­a se enfrentaron durante las eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo. Al evento asistieron el presidente turco, Abdullah Gul y el mandatario armenio, Serge Sarkisian. Cabe recordar la tensión que ha circundado las relaciones turco-armenias desde los tiempos de la Primera Guerra Mundial, cuando los llamados jóvenes turcos efectuaron el primer genocidio del siglo XX contra los armenios. A la fecha, los ví­nculos diplomáticos entre Turquí­a y Armenia están suspendidos, lo cual no fue obstáculo para que sus presidentes disfrutaran de un partido.6

La FIFA ha desarrollado una estrategia similar en el caso de Chipre, en torno a la cual existen reivindicaciones soberanas tanto de Grecia como de Turquí­a. Desde los años 50 del siglo pasado existen dos ligas distintas en Chipre: la Federación Chipriota de Fútbol (FCF) y la Federación Turco-Chipriota de Fútbol (FTCF). Con anterioridad a las tensiones que culminarí­an con la invasión de Turquí­a al norte de Chipre, existí­a solamente la FCF, pero la crisis polí­tica llevó a las autoridades a prohibir que los chipriotas turcos jugaran en los estadios del paí­s. Esa es la razón por la que nació la FTCF. Frente a esto, en 2008 la FIFA propuso unificar el fútbol chipriota de manera que la FTCF se integrara a la FCF, algo que los chipriotas turcos rechazaron con el argumento de que la Federación no los reconoce en condiciones de igualdad respecto a los chipriotas griegos. Pese a ello se observa la voluntad de ambas partes para tener un acercamiento sobre un tema que sin duda abonarí­a a favor de la reconciliación nacional.

Ruanda, una nación desangrada tras el genocidio de 1994, encuentra en el fútbol una esperanza para avanzar en la reconciliación nacional. Durante los partidos, hutus y tutsis se mezclan como fans de los clubes y juegan juntos en los equipos y en la selección nacional.8 El fútbol ha propiciado treguas y retardado, inclusive, el inicio y/o la continuación de conflictos armados. Cuentan que en Lí­bano, en 1975, Edison o Edson Arantes do Nascimento,9 Pelé, asistió a un partido de entre Nejmeh -campeón libanés en diversas ocasiones- y un combinado local. El paí­s, que estaba al borde de la guerra debido a las crecientes tensiones entre musulmanes, judí­os y cristianos, hizo una pausa para presenciar el juego del rey Pelé, quien anotó un par de goles y fue alabado por los asistentes, quienes en las gradas gritaban «Â¡Alá! ¡Alá!».

Después de que Pelé abandonó el paí­s estalló la guerra.

Otro caso conocido es el de George Weah, estrella liberiana de fama mundial a partir de 1988 y a lo largo de 14 años, por su desempeño en numerosos clubes europeos, y que se hizo acreedor de múltiples galardones, incluyendo el de jugador FIFA del año en 1995 -el único africano en recibir dicha distinción-; el jugador africano del año en 1989, 1994 y 1995, y el jugador europeo del año -o más bien, extranjero en el fútbol europeo- que también recibió en 1995. Para muchas publicaciones deportivas del mundo fue el mejor futbolista africano del siglo XX. En su natal Liberia, agobiada por la guerra, las noticias sobre los logros de Weah no pasaban inadvertidas, e inclusive, cada vez que él jugaba, las partes en conflicto deponí­an las armas para ver los partidos.10

Y cómo olvidar aquel encuentro memorable entre Estados Unidos e Irán en la Copa del Mundo 1998 en Francia. A pesar de ser acérrimos rivales en la polí­tica mundial, los jugadores intercambiaron flores y se dejaron fotografiar en una actitud amistosa antes del encuentro y los asistentes celebraron estruendosamente.11

La continuación de la polí­tica por otros medios

Este deporte es la continuación de la polí­tica por otros medios. La FIFA, nacida el 21 de mayo de 1904, alberga en la actualidad, a 208 asociaciones nacionales frente a 192 Estados miembros que tiene la ONU. Entre los socios de la FIFA que no tienen representación en Naciones Unidas figuran Irlanda del Norte, Escocia, Inglaterra, Gales, Palestina, Anguila, Antillas Holandesas, Aruba, Bermudas, Islas Caimán, Islas Ví­rgenes, Islas Faeroe, Islas Cook, Tahití­, Montserrat, Puerto Rico, Macedonia, Taiwán, Hong Kong y Guam. En muchos sentidos, la figura de Joseph «Sepp» Blather rivaliza e incluso supera y es más conocida, que la de Bank ki-Moon, Secretario General de la ONU. Asimismo, el fútbol no está al margen de los acontecimientos polí­ticos globales. En cuanto colapsaron la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia, tras el fin de la guerra frí­a, ingresaron a las filas de la FIFA 15, cinco y dos nuevos equipos nacionales respectivamente. En otros tiempos los nuevos Estados demandaban su adhesión a organismos internacionales como la ONU como una de sus primeras demostraciones de soberaní­a e independencia. Hoy hay que añadir al cuidado de las fronteras, la acuñación de una moneda y la existencia de un territorio, la creación de un equipo nacional de fútbol. El fútbol contribuye a forjar la nación. En 1928, cuando el territorio palestino se encontraba bajo la ocupación británica, nació la Federación Palestina de Fútbol (FPF), la cual participó en los torneos de clasificación para la Copa del Mundo de 1934 con el equipo Palestina/Eretz Israel. Fue la primera ocasión en que un equipo de Asia participaba en las eliminatorias.

20 años después, cuando fue creado el Estado de Israel, la FPF se convirtió en la Asociación de Fútbol de Israel (AFI). Hacia 1962 se formó una nueva FPF que la FIFA no aceptó que ingresara a sus filas sino hasta 1998, con la creación de la Autoridad Palestina. Los palestinos consideran que su equipo puede ser un elemento a favor de lograr eventualmente el reconocimiento diplomático del Estado de Palestina. Y es que hay muchos ejemplos al respecto. En 1958 el equipo del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino, integrado por futbolistas de esa nacionalidad muy afamados en Francia -pero inconformes con el sistema colonial galo-, realizó una gira mundial que anticipó el reconocimiento de Argelia por parte de la comunidad internacional a partir de su independencia en 1962.36 A las nuevas generaciones en la Gran Bretaña, cuando se les interroga acerca de lo que los hace sentir orgullosos como británicos, mencionan al talento para jugar fútbol como la principal razón, muy lejos del reconocimiento a aquél Imperio que llegó a dominar la sexta parte de la superficie terrestre hacia principios del siglo XX. Así­, el orgullo nacional parecerí­a estar cada vez más relacionado con el poder suave del fútbol, y menos con la noción tradicional dura del poder, por ejemplo, las conquistas logradas a través de la guerra y ejércitos poderosos.37

NOTAS

Notas:

1 Citado por Francisco Alcaide Hernández (2009), Fútbol. Fenómeno de fenómenos, Madrid, LID Editorial Empresarial, p. 35.

2 Eduardo Galeano (2003), Soccer in Sun and Shadow, New York, Verso, p. 34.

3Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 63. Uno de los mejores recuentos sobre la contienda entre Honduras y El Salvador es el de Ryszard Kapuscinski (2008), La guerra del fútbol, Barcelona, Editorial Anagrama, pp. 187-215.

4 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 69.

5 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 66.

6 Robert Tait (5 September 2008), «Old foes Armenia and Turkey put faith in football diplomacy», en The Guardian, disponible en http://www.guardian.co.uk/world/2008/sep/05/turkey.armenia

7 Martin Gavin (September 1, 2008), Football and Politics One Side and the Same as Cyprus Revives Reunification Attempts, en Articlesbase, disponible en http://www.articlesbase.com/ politics-articles/football-and-politics-one-side-and-the-same-ascyprus- revives-reunification-attempts-543956.html

8 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 68.

9 Originalmente su nombre, Edison, le fue otorgado en honor al inventor estadounidense Tomás Alva Edison. Sin embargo, sus padres suprimieron la «i», y lo llamarí­an a continuación Edson. Empero, en diversos documentos oficiales no se hizo este cambio, por lo que sigue apareciendo el nombre Edison.

10 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 67. Más tarde, con estas credenciales, Weah buscó la presidencia de su natal Liberia, aunque en la contienda mostró poco oficio polí­tico y se apoyó exclusivamente en la visibilidad de que gozaba entre la población. Una vez que anunció su intención de contender en los comicios presidenciales en 2004, recibió en noviembre de ese año una bienvenida apoteósica en Monrovia, lo que a los ojos de muchos lo colocaba con un pie en la primera magistratura de su paí­s.

Al final perdió las elecciones frente a Ellen Johnson-Sirleaff, quien se convertirí­a en la primera mujer en llegar a la presidencia en un paí­s africano.

11 Ibid.

12 Simon Kuper y Stefan Szymanski (2009), Soccernomics. Why England Loses, Why Germany and Brazil Win, and Why the U.S., Japan, Australia, Turkey -and even Iraq- are destined to become the Kings of the World»s Most Popular Sport, New York, Nation Books.

13 Citado por Lorenzo Bernaldo de Quirós (2008), «Futbol y economí­a», en Andrés Roemer y Enrique Ghersi (compiladores), ¿Por qué amamos el fútbol? Un enfoque de polí­tica pública, México, Miguel íngel Porrúa, p. 147.

14 Véase Christina Settimi (04.21.10), «Soccer»s Highest Earnest», en Forbes, disponible en http://www.forbes.com/2010/04/21/ soccer-highest-earners-business-sports-soccer-10-top-paid.html

15 Véase New York Daily News (April 222nd 2010), «David Beckham still highest paid soccer player according to Forbes magazine», disponible en http://www.nydailynews.com/sports/ more_sports/2010/04/22/2010-04-22_david_beckham_still_top_ earning_soccer_player.html

16 Gabriella Morales-Casas (9 de mayo de 2010), «La copa tecno», en Dí­a Siete, vol. 9, no. 506, p. 36.

17 Lorenzo Bernaldo de Quirós, Op. cit., p. 154.

18 La nómina de la selección mexicana de futbol asciende a 114 millones de dólares, menos de la cuarta parte de la de Brasil, y ocho veces por debajo de la de España. De hecho, se le considera a la mexicana, una «selección pobre.» Véase El Universal (14 de abril de 2010), «El Tri, de los más pobres en el mundial», disponible en http://www.vefutbol.com.mx/notas/25150.html

19 La reciente transferencia de Javier Chicharito Hernández de las Chivas al Manchester United, la más cara en la historia del futbol en México, tuvo un costo aproximado de apenas 10 millones de dólares. Considerando que el Manchester United está obligado a reforzar su delantera luego de que el astro portugués Cristiano Ronaldo fichara con el Real Madrid, el desembolso para adquirir al popular delantero mexicano parece muy redituable -13 veces más barato-. Los futbolistas mexicanos mejor valuados en Europa son Rafael Márquez y Andrés Guardado, cada uno cotizado en 16 millones de dólares. Véase Publimetro (08-04-2010), «Un Chí­charo valdrí­a más que una Vela y Dos Santos», disponible en http://www.publimetro.com.mx/deportes/un-chicharo-valdriamas- que-una-vela-y-dos-santos/mjdh!2tJihqmSvMM/

20 Enfoque Acción (12 de noviembre de 2009), «Inauguró Calderón nuevo Estadio Santos», disponible en http://accion. enfoqueinformativo.com/index.php?option=com_content&vie w=article&id=301:inauguro-calderon-nuevo-estadio-santos&catid=38:futbol&Itemid=55

21 Gabriel Suárez (4 de junio de 2009), «Mucho más que fútbol, nuevos estadios», en Expansión, disponible en http://www.cnnexpansion.com/obras/2009/06/04/mucho-mas-que-futbolnuevos- estadios.

22 Ibid.

23 Expansión (24 de octubre de 2008), «Mundial de Sudáfrica en riesgo», disponible en http://www.cnnexpansion.com/lifestyle/ 2008/10/24/mundial-de-sudafrica-en-riesgo Originalmente se habló de un monto superior a los 17 mil millones de dólares.

24 La Tercera (17/02/2010), «Costo del Mundial en Brasil en 2014 doblará el de Sudáfrica», disponible en http://www.latercera. com/contenido/688_226742_9.shtml

25 Sport Business (15/09/2006), «Germany»s World Cup Posts a 135 Million Profit», disponible en http://www.sportbusiness. com/news/160447/germany-s-world-cup-posts-a-135-millionprofit Considerando que Brasil organizará la Copa del Mundo FIFA 2014, los beneficios económicos que podrá tener el paí­s sudamericano, se antojan considerablemente superiores.

26 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 167.

27 Pascal Boniface (1998-06-10), La geopolí­tica del fútbol, en ALAI, disponible en http://alainet.org/active/67%u2329=es 28 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 96.

29 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 94.

30 Lorenzo Bernaldo de Quirós, Ibid. La Gran Bretaña es el paí­s con la mayor tradición bursátil. En 1983, el Tottenham Hostpur debutó en el mercado de valores, seguido por el Milhaw y el Manchester United.

31 Parmy Olson (04.24.19), «The World»s Most Recession-Proof Sport», en Forbes, disponible en http://www.forbes.com/forbes/ 2010/0510/companies-soccer-valuations-manchester-unitedrecession- proof-sport.html

32 Andrés Roemer (2008), «Â¿Por qué amamos el fútbol?», en Andrés Roemer y Enrique Ghersi (compiladores), Op. cit., pp. 23-24.

33 Francisco Alcaide Hernández, Op. cit., p. 167.

34 Javier Garcí­a Ropero (2009-11-27), La corrupción del fútbol, en ALAI, disponible en http://alainet.org/active34708

35 Ibid.

36 Pascal Boniface (1998-06-10), «La geopolí­tica del fútbol», en ALAI, América Latina en Movimiento, disponible en http://www. alainet.org/active/67%u2329=es

37 Pascal Boniface (June 2002), Football as a Factor (and a Reflection) of International Politics, disponible en http://ceri-sciences-po.org; The Economist (28 March 1998), Imperial Amnesia.