Nueve latinoamericanos murieron en accidente


Cinco ciudadanos ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos están entre los 13 fallecidos el miércoles por la noche en un accidente de tren en la localidad catalana de Castelldefels (noreste de España), mientras continúan los trabajos para identificar a las otras cuatro ví­ctimas.


Se trata de ocho hombres y una mujer, declaró este viernes la consejera de Justicia del gobierno regional catalán, Montserrat Tura, en conferencia de prensa.

Añadió que las otras cuatro ví­ctimas aún no han podido identificarse debido a que muchos cuerpos quedaron destrozados en el accidente, ocurrido cuando un tren arrolló a un grupo de personas que cruzaban las ví­as de una estación de tren sin que hubiera un paso para ello.

De tres de ellas «podremos llegar a una identificación positiva en las próximas horas o dí­as», detalló Tura, que añadió que «hay un cuerpo o unos restos mortales en que va a ser muy difí­cil esta identificación» y «vamos a tardar probablemente dí­as».

El atropello, en el que 14 personas resultaron heridas, se produjo en la estación de tren de Castelldefels — a unos 25 kms al sur de Barcelona — el miércoles por la noche, cuando los viajeros se dirigí­an a la playa a celebrar la noche de San Juan.

Los dos colombianos fallecidos son John Mauricio Osorio, de 33 años, y Jorge Eliécer Serrano, de 37, indicó la cancillerí­a colombiana en un comunicado.

El primero, casado y con dos hijas, viví­a desde hací­a tres años en Cataluña y trabajaba en el supermercado Carrefour. El segundo residí­a en España desde hací­a dos años, detalló.

Osorio, que habí­a sobrevivido a la erupción del volcán colombiano Nevado del Ruiz de 1985, en la que perdió a «toda su familia, menos su padre», «estaba en proceso de pedir la reagrupación de sus dos hijas que siguen en Colombia», según el diario El Paí­s de este viernes, que citó a la novia del fallecido.

Serrano y Osorio iban a Castelldefels a celebrar la noche de San Juan, que se festeja la noche del 23 al 24 de junio con hogueras, música, comida y bebida en las playas de varias localidades españolas.

De los heridos, 10 continuaban hospitalizados, tres «en estado crí­tico», dos graves y cinco leves y «podrí­an pasar hoy a planta, después de haber sido intervenidos por traumatismos», indicó en un comunicado la Generalitat de Cataluña (gobierno regional), que añadió que todos «evolucionan favorablemente».

La mayorí­a de los heridos son menores de 28 años excepto una persona, mayor de 45, indicó por su parte el ayuntamiento de Castelldefels.

El jueves, el cónsul ecuatoriano Fredy Arellana dijo a la AFP que habí­a «ocho ecuatorianos «desaparecidos» entre las ví­ctimas».

Las autoridades catalanas tienen activado un plan de emergencias» por el accidente y en el Instituto de Medicina Legal de Barcelona trabajan en las labores de identificación 19 forenses y más de 50 agentes investigadores, según el comunicado.

El gobierno español atribuyó el accidente a la imprudencia de los pasajeros. La estación de tren tení­a un paso elevado para cruzar las ví­as que estaba cerrado y otro subterráneo colapsado por los viajeros.

La compañí­a ferroviaria Renfe dijo el jueves en un comunicado que el tren circulaba a una velocidad autorizada (139 km/h en lugar de 150), que «emitió las señales acústicas reglamentarias al entrar en la estación» y que el maquinista tuvo un resultado negativo de alcoholemia.

«El tren vení­a sin luces, pitó y después de atropellar a la gente las encendió; vi como saltaban los trozos de personas», relató Quini, ecuatoriano de 20 años citado por El Paí­s.

«Como yo, la mitad no sabí­amos que habí­a un paso inferior porque llevábamos mucho tiempo sin ir allí­ y no estaba señalizado», aseguró.