La renuncia de tres ministros del Gabinete Económico asestó un duro golpe al presidente guatemalteco, ílvaro Colom, en medio de la crisis por la búsqueda de financiamiento para reparar los daños de la tormenta Agatha y el fracaso en aprobar una reforma fiscal.
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Colom lamentó la renuncia, en particular, del ministro de Finanzas, Juan Alberto Fuentes, que abandonó el Gabinete el miércoles junto con los titulares de Economía, Rubén Morales, y de Energía y Minas, Carlos Meany.
«Lamentamos muchísimo la renuncia de Juan Alberto, es una pérdida importante para el país, para nosotros», agregó el mandatario, quien subrayó que «en el fondo, lo que subyace es la decepción de no tener una reforma fiscal», a la que se opone férreamente el empresariado, y que sufrió una derrota en el Congreso.
La carga tributaria en Guatemala es apenas del 10% del Producto Interno Bruto, uno de los más bajos de América Latina, pero los empresarios se oponen a una reforma fiscal desde hace tres décadas.
A ello se suma la lentitud en el Congreso para empezar a estudiar una propuesta de Fuentes que busca ampliar en 162 millones de dólares el techo del presupuesto de la nación, lo que permitiría comenzar la reconstrucción del país tras el paso devastador de la tormenta Agatha a finales de mayo.
Colom estima que se necesitarán unos mil millones de dólares para financiar los daños económicos que causó el ciclón en el país, que también dejó 174 muertos, 66 desaparecidos y más de 200 mil damnificados.
El Presidente había anunciado el miércoles que Morales renunció por problemas personales, Meany por asuntos de salud, y Fuentes porque pasará a desempeñar un trabajo de asesoría en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Sin embargo, el politólogo Miguel Sandoval aseguró que la salida de Fuentes obedece «a que no pudo impulsar la reforma fiscal en el Congreso debido a la relación ríspida, pues Juan Alberto es un personaje serio y profesional que no iba a aguantar las tonterías de los diputados».
En tanto, consideró que la renuncia de Meany se debe a que es un defensor de la explotación minera, pero el Gobierno decidió acatar una resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y suspendió de forma temporal las operaciones de una mina de oro y plata de capital canadiense en el oeste del país.
Para Sandoval, los tres cambios en el Gabinete «dan la impresión de cierta inestabilidad institucional» en el país.
Ese criterio es compartido por la directora ejecutiva de Asociación Guatemalteca-Americana, Carolina Castellanos, quien estimó que la «frecuencia de los cambios genera inestabilidad» para el sector productivo y aleja las inversiones.
No obstante, consideró que las recientes renuncias «no tendrán un impacto negativo y dependerá de la línea que siga el nuevo ministro de Finanzas y de Economía, así como de las políticas que implementen».
Ante ello, Castellanos auguró por que los nuevos ministros mantendrán la línea de sus antecesores, las negociaciones con la Unión Europea, la austeridad absoluta y la priorización en el gasto para no endeudar más al país.
Colom nombró a Erick Coyoy en Economía, a Edgar Ballsels en Finanzas, mientras que Colom nombrará en los próximos días al nuevo titular de la cartera de Energía y Minas.
De acuerdo con el académico Pedro Trujillo, durante esta administración al menos 30 ministros han pasado por 10 de los 13 ministerios, pues sólo tres se mantienen en el cargo desde que Colom asumió en enero de 2008: el canciller Haroldo Rodas; y los titulares de Ambiente, Luis Ferraté, y de Cultura, Jerónimo Lancerio.