Obama y Medvedev estrechan relaciones económicas


Los presidentes de Rusia y Estados Unidos, Barack Obama y Dimitri Medvedev. AFP PHOTO/Mandel NGAN

Los presidentes Barack Obama y Dimitri Medvedev insistieron ayer en Washington en el estrechamiento de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Rusia, haciendo bromas sobre el famoso teléfono rojo sustituido por Twitter y comiendo hamburguesas.


Al recibir a su «amigo» en la Casa Blanca, Obama calificó a Medvedev de socio «sólido» y «fiable», y enumeró los éxitos de polí­tica extranjera de ambos paí­ses estos últimos meses, desde votos sobre Irán y Corea del Norte en la ONU hasta la conclusión de un nuevo tratado START de desarme nuclear.

También afirmó en una rueda de prensa común que iba a acelerar el diálogo sobre el ingreso de Moscú a la Organización Mundial de Comercio (OMC), aseverando que «Rusia pertenece a la OMC». Asimismo agradeció a Medvedev por haber solucionado un conflicto comercial entre ambos paí­ses sobre las exportaciones de aves de corral estadounidenses.

El presidente estadounidense aprovechó la ocasión para anunciar que una empresa estatal rusa comprarí­a 50 aviones Boeing valuados en 4.000 millones de dólares, un hecho que podrí­a crear hasta 44.000 puestos de trabajo en la economí­a estadounidense.

Tras su rueda de prensa, los dos mandatarios salieron andando de la Casa Blanca para ir a la Cámara de comercio, ubicada a tan sólo dos calles.

Ahí­ debí­an participar en una «cumbre» comercial con directores de empresas de ambos paí­ses, en un momento en que el presidente ruso pretende atraer a inversionistas para ayudar a desarrollar un sector de altas tecnologí­as similar al que prospera en Silicon Valley (California, oeste), que fue a visitar la ví­spera.

El mandatario ruso fue a la sede de Twitter, la popular red social de micro-blogs y abrió una cuenta a nombre del Kremlin, que ya tení­a más de 20.000 seguidores este jueves. «Yo tengo una también y quizás podamos por fin tirar esos teléfonos rojos que llevan tanto tiempo acá», bromeó Obama en una rueda de prensa.

Antes, los dos presidentes habí­an ido a almorzar en una hamburgueserí­a del sur de Washington, en la limusina presidencial.

«Comí­ con el presidente Barack Obama en un lugar interesante, tí­picamente estadounidense. No habrá sido bueno para la salud, pero era muy sabroso, y se podí­a sentir el espí­ritu de América», contó por su lado Medvedev.

Esta visita llena de sí­mbolos sobre la armoní­a entre los dos ex enemigos de la Guerra Frí­a habí­a empezado con una reunión de más de una hora y media entre los mandatarios en la Casa Blanca, en presencia de altos funcionarios de la diplomacia, pero también de la economí­a y del comercio de ambos paí­ses.

Pese al énfasis puesto el jueves en los aspectos positivos de la relación Moscú-Washington, Obama admitió que persistí­an algunas divergencias entre ambos paí­ses, especialmente sobre el tema de Georgia. «Hablamos francamente de estas divergencias», dijo.

Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se habí­an deteriorado a raí­z de la invasión de Georgia por Rusia en 2008. Tras su llegada al poder a principios de 2009, Obama habí­a insistido en la necesidad de «volver a empezar desde cero» en su relación con los rusos.

Medvedev y Obama se verán de nuevo al fin de semana próximo en Canadá para las cumbres del G8 y del G20.