Cuestionan producción de coca


Un policí­a custodia una incineración de cocaí­na. FOTO LA HORA: AFP CRIS BOURONCLE

El presidente peruano Alan Garcí­a calificó este miércoles de «absolutamente inexacto» un informe de la ONU que asigna a Perú ser el primer productor mundial de coca, insumo básico de la cocaí­na, ubicándolo por encima de Colombia.


«Es absolutamente inexacto que el Perú ocupe el primer lugar», dijo el mandatario a la prensa al subrayar que «siempre hemos estado en niveles parecidos con Colombia, pero allá se ha aplicado muchí­simo más dinero proveniente de Estados Unidos para erradicar el narcotráfico».

Garcí­a admitió que Perú sufre los efectos de la aplicación del Plan Colombia, respaldado por Washington, que hace que los narcotraficantes colombianos se trasladen a territorio peruano para sembrar coca, como en la zona del rí­o Putumayo, que divide a Perú y Colombia.

Ayer en Bogotá, la Oficina de Naciones Unidas contra las drogas y el delito (Unodc) reveló en un informe anual que Perú se convirtió en el primer productor mundial de coca con 119 mil toneladas métricas en 2009, desplazando a Colombia, que registró 103 mil toneladas.

En paralelo en Lima, el delegado de Unodc en Perú, Flavio Mirella, en su informe sobre Perú dio una cifra mayor, que ubicó en 128 mil toneladas la producción de esa hoja, «lo que significa un mayor volumen del orden de 4,7% respecto a 2008», precisó.

Por su parte, el canciller José Garcí­a Belaunde dijo que hay inconsistencias en los datos de la ONU.

«Hay inconsistencias. No son las cifras que maneja el gobierno peruano, tampoco son esas las cifras que maneja la agencia antidroga de los Estados Unidos. Hay un problema de cifras que hay que ajustar», dijo a la prensa.

«Creo que las Naciones Unidas tiene que verificar con nosotros esos datos», añadió el canciller al señalar que al parecer hay problemas de metodologí­a en la medición de la producción de coca.

El informe anual de Onudc precisa además que los cultivos de coca han crecido en Perú 6,8% en 2008 aunque se mantiene en segundo lugar, después de Colombia, en el número de hectáreas destinadas a sembrar esa planta.

En opinión de diversos analistas sobre desarrollo rural en zonas cocaleras las cifras de la Onudc dejan mal parado al paí­s y demuestran que las acciones contra el narcotráfico no están dando los resultados esperados.

«Lo más importante es cómo estamos respecto al narcotráfico y cómo estamos respecto a cultivos ilegales de la hoja, y en ese terreno definitivamente terminamos muy mal parados con estos últimos informes de la ONU», declaró al Canal N Rubén Vargas, consultor en temas de seguridad.

Por su parte, el economista Hugo Cabieses alertó a la AFP que «no hay una inteligencia unificada; el problema central es que en el principal valle cocalero, el Valle de los Rí­os Ene y Apurí­mac (sudeste), la policí­a y los militares están involucrados en el negocio del narcotráfico».

«En esa región actúan cuatro entidades estatales y no hay coordinación entre ellas», añadió Cabieses.

Uno de los principales problemas que se advierte es la falta de control de ingreso de insumos quí­micos para la elaboración de cocaí­na en las zonas cocaleras.

Para Vargas «no se está enfrentando el problema de manera seria, el gobierno hasta ahora no puede aplicar una ley de control de esos insumos por problemas burocráticos, aunque ahí­ están presentes los intereses corruptores del narcotráfico».

En ese panorama el sociólogo Jaime Antezana advirtió que Perú está viviendo «un nuevo ciclo de violencia» asociada al narcotráfico.

«Esa violencia se manifiesta en la aparición de sicarios y ajustes de cuentas que han crecido (entre narcos), enfrentamientos armados en la zona del Vrae; se tiene que parar todo esto si no queremos ir por el camino mexicano y colombiano», refirió.