El presidente francés Nicolas Sarkozy presidirá hoy en el Elíseo una «reunión de trabajo» sobre el desastre de la selección francesa de futbol en el Mundial de Sudáfrica y mañana recibirá al atacante de los Bleus, Thierry Henry, «a pedido suyo».
A la «reunión de trabajo», que tendrá lugar en vísperas de la vuelta a París de la maltrecha selección de fútbol, asistirá el jefe de gobierno francés, Francois Fillon, la ministra de Deportes, Roselyne Bachelot y la secretaria de Estado de Deportes, Rama Yade, precisó el portavoz gubernamental, Luc Chatel.
El presidente quiere comunicarles que «desearía que las decisiones sean tomadas con absoluta calma y tomando la suficiente distancia», dijo el portavoz del gobierno, Luc Chatel, tras el consejo semanal de ministros.
La ministra de Deportes, que volvió de Sudáfrica donde se reunió con el seleccionado francés en vísperas del partido con el equipo anfitrión del Mundial 2010, sostuvo el miércoles que «Â¡los responsables de este desastre tendrán que asumir las consecuencias!».
«Primero los jugadores, seguidos del «staff» técnico y luego la Federación», dijo Bachelot a la radio privada Europe 1. Y propuso ser «la ministra de la reconciliación».
Fuentes del Elíseo, sede la presidencia francesa, confirmaron que Sarkozy recibirá el jueves por la mañana al atacante de los Bleus, Thierry Henry, «a pedido suyo». La información había sido difundida poco antes por Radio Montecarlo (RMC).
«Thierry Henry dejó Sudáfrica este mediodía (miércoles) en un avión privado. Pasará la noche en París y (el jueves) por la mañana visitará el presidente de la República, para una reunión de una hora de duración», indicó esa emisora.
«Thierry Henry llamó al presidente desde Sudáfrica para decirle que deseaba verlo a su regreso», añadió la presidencia, que se negó a brindar precisiones sobre el horario de ambas reuniones.
El jugador del FC Barcelona viajará luego a Cataluña antes de partir de vacaciones.
El combinado francés fue eliminado en la primera vuelta del Mundial de Sudáfrica al cabo de tres partidos durante los cuales sólo marcó un gol, en medio de disputas entre los jugadores y el entrenador, Raymnond Domenech, que trascendieron el ámbito deportivo, convirtiéndose en un escándalo nacional.
Los Bleus debutaron en el Mundial frente a Uruguay (0-0) y luego fueron derrotados por México (0-2), antes de caer frente a Sudáfrica, el martes (1-2).
La ministra de Deportes francesa, Roselyne Bachelot, afirmó hoy a la radio Europe 1 que «Â¡Los responsables de este desastre tendrán que asumir las consecuencias! Primero los jugadores, seguidos del «staff» técnico y luego la Federación», en alusión a los «Bleus».
Sin embargo, Bachelot se propone a sí misma como «la ministra de la reconciliación», al día siguiente de la eliminación de Francia del Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, en el que finalizó cuarta y última del Grupo A, con un solo punto y un gol anotado, por detrás de Uruguay (1º), México (2º) y Sudáfrica (3º).
«Hoy, las polémicas ya no son más simples apuestas. Ahora, es el momento de la reflexión, ¡seré la ministra de la reconciliación!», aseguró Bachelot.
«No puedo hacer un diagnóstico antes de haber examinado la situación, la primera tarea es una auditoría a fondo sobre lo que ocurrió durante esta Copa del Mundo», continuó la ministra.
«Aspiro a que cada uno de los jugadores del equipo de Francia sea escuchado, para que todo el mundo pueda tener la palabra», añadió la secretaria de Estado.
Además, saludó la decisión anunciada por el defensa y capitán del equipo, Patrice Evra, en cuanto a que el equipo renunció a las primas acordadas, «fui yo quien se lo pidió. Al menos la decencia triunfó en este aspecto», se congratuló.
La ministra también explicó que este desastre deportivo tendrá consecuencias muy negativas sobre el fútbol aficionado francés, que ya no se beneficiará de un porcentaje de lo obtenido por los patrocinios al equipo nacional.
Francia quedó eliminada del Mundial en la primera ronda tras un empate y dos derrotas.
Su estadía en Sudáfrica estuvo marcada por una crisis sin precedentes tras la que el delantero del Chelsea inglés, Nicolas Anelka, fue expulsado del grupo por haber insultado al seleccionador Raymond Domenech en el descanso del partido Francia-México (0-2) por una simple crítica a su ubicación en la cancha, lo que trascendió dos días más tarde a través de la prensa deportiva francesa (L»í‰quipe).
Como si esto fuera poco, al día siguiente de que la Federación francesa (FFF) tomara la decisión de desafectar al díscolo jugador, sus compañeros de equipo hicieron el domingo una huelga de entrenamiento, algo sin precedentes y tildado como «surrealista».