Muy frecuentemente los usuarios de teléfono celular recibimos mensajes de propaganda que envían las telefónicas y ese fenómeno se multiplica en el caso de los teléfonos conocidos como tarjeteros o sin contrato. Precisamente viendo lo que ha ocurrido en el país y las consecuencias de los temporales que se están haciendo más comunes, al menos en este invierno, pienso que sería bueno que Conred estableciera un mecanismo con las empresas telefónicas para alertar a la población a fin de que quienes viven en lugares de riesgo por la posibilidad de deslaves y derrumbes, puedan evacuar oportunamente.
ocmarroq@lahora.com.gt
Cuando se produjo el ingreso a territorio nacional de la tormenta Agatha no hubo notificación a los guatemaltecos de lo que estaba ocurriendo. Ese sábado por la noche, en una misa celebrada a oscuras por la falta de energía eléctrica, el sacerdote no se dio por enterado de que estábamos bajo el efecto de una tormenta ya declarada y bautizada de acuerdo a las normas internacionales. Y muchos fieles comentaron al terminar la misa que «estaba lloviendo muy fuerte», pero sin percatarse de la dimensión de lo ocurrido. En conversaciones con Rolando Barroso, quien fue agregado de prensa de la Embajada de Cuba en Guatemala, varias veces abordamos el tema de la preparación para los huracanes, tomando en cuenta que esa isla está en el paso de la mayoría de tormentas que se forman en el Caribe y que todos los años se producen daños tremendos que, no obstante la fuerza de los meteoros, no causan muertos. Y no se puede decir que Cuba sea un país con potencial económico como para mantener una infraestructura del primer mundo, por lo que me interesé por averiguar qué hacían cuando se venía alguna tormenta y me decía Rolando que la clave estaba en el sistema de alerta temprana y comunicación con la gente. Precisamente por esas conversaciones fue que cuando se declaró la tormenta Agatha y nuestros funcionarios seguían trabados hablando de la arena volcánica, en La Hora insistimos en que era urgente dar una alerta a quienes viven en los sitios de más peligro, es decir, aquellos puntos vulnerables que han sido debidamente identificados pero cuyo conocimiento no sirve para nada si nadie les advierte a los moradores que se viene un temporal que les puede causar la muerte. El Gobierno no tiene, por lo visto, mecanismos para montar un sistema nacional de información más que para la propaganda personal que mantienen en los medios electrónicos, y precisamente por ello y viendo la forma en que las telefónicas usan los mensajes de texto para enviar publicidad a sus clientes, pensé que puede ser el mejor instrumento para mantener informada a la población con base en criterios técnicos que no siembren pánico, pero que mantengan los niveles adecuados de alarma para salvar vidas. Acostumbrados a que cualquier propuesta seria sea rechazada porque para los «técnicos» todo lo que no surge de sus brillantes cabezas tiene peros, hemos visto que nuestra campaña para lograr que se integre un sistema nacional de información no es tomada en cuenta y por ello de manera más concreta propongo a Conred que busque un acuerdo con las tres empresas telefónicas para que mediante su red se pueda mantener informada a la población en caso de algún fenómeno natural. Tanto para prevenir, como en el caso de las tormentas, como para indicar los pasos a seguir cuando se produzca otro tipo de desastre, es decir un terremoto o algo parecido.