Gran Bretaña aumenta los poderes del Banco de Inglaterra


Banco de Inglaterra. ARCHIVO

Gran Bretaña remodelará su sistema de regulación financiera dándole nuevos poderes al Banco de Inglaterra (BoE) y eliminando la autoridad reguladora de mercados (FSA), acusada de ineficacia durante la crisis financiera.


El nuevo ministro de Finanzas, el conservador Georges Osborne, anunció en un discurso la noche del miércoles que el Banco de Inglaterra tendrá competencia para regular entidades financieras individuales, además de sus atribuciones para supervisar el estado general de la economí­a.

La Autoridad de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés), duramente criticada por no haber sabido prever la devastadora crisis, desaparecerá y sus poderes serán repartidos entre el BoE y dos organismos de nueva creación.

Estos dos organismos, que se crearán dentro del BoE, se encargarán respectivamente de vigilar las amenazas a la estabilidad económica y financiera, y de proteger a los consumidores.

Osborne anunció así­ el fin del actual sistema «tripartito» -mediante el cual el BoE, la FSA y el ministerio de Finanzas se repartí­an las competencias de regulación financiera- creado en 1997 por el entonces ministro de Finanzas laborista y luego primer ministro de 2007 a mayo de 2010, Gordon Brown.

En una entrevista este jueves con la radio BBC, el ministro de Finanzas declaró que el antiguo sistema no permitió a nadie tomar «decisiones importantes» al acercarse la crisis financiera.

Citó como ejemplo el Royal Bank of Scotland (RBS), una de las entidades más afectadas por la crisis, participado actualmente en un 83% por el Estado.

«Gran Bretaña tení­a el mayor plan de rescate en RBS», declaró Osborne. «RBS adquirió otro banco, ABN Amro, justo antes del inicio de la crisis».

ABN Amro fue adquirido en 2007 por RBS, el español Santander y el belgo-holandés Fortis, que poco después con la tormenta financiera también tuvo que ser salvado de la quiebra.

«Cuando todo esto estaba ocurriendo, no habí­a nadie mirando el panorama global de si esto era una buena idea», agregó.

El ministro precisó que la crisis, que sumió al Reino Unido en su peor recesión en más de medio siglo, puso en evidencia que el BCE debí­a centralizar los poderes para supervisar tanto a las propias entidades como la economí­a en genera.

En su discurso anual en Mansion House, en pleno corazón de la City, Osborne dijo que sus propuestas representaban «un nuevo sistema de regulación que aprende de las lecciones de la peor crisis bancaria de nuestras vidas».

Representa «un acuerdo más justo, por el que los bancos apoyan a la gente, en lugar de que la gente tenga que venir a rescatar a los bancos», agregó el ministro que espera que la transición al nuevo sistema esté terminada en 2012.

La reforma del sistema financiero y la supresión de la FSA con la transferencia de muchas de sus competencias al BoE era una de las grandes promesas de campaña de los conservadores para las elecciones del 6 de mayo.

Pero su victoria en las urnas sin mayorí­a absoluta, que les obligó a formar un gobierno de coalición con los liberal demócratas, hizo planear la duda sobre su capacidad para llevar a cabo sus promesas.