Nelson Mandela, de 91 años, asiste a los funerales de su joven bisnieta


Nelson Mandela, ex presidente de Sudáfrica, durante el entierro de su bisnieta. FOTO LA HORA: AFP Themba Hadebe

El ex presidente sudafricano y Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, de 91 años, asistió hoy en Johannesburgo a los funerales de su bisnieta Zenani, fallecida el viernes pasado a la edad de 13 años, en un accidente que enlutó la apertura del Mundial de Futbol.


Zenani Mandela, hija de Mandela, durante el oficio religioso. FOTO LA HORA: AFP SIPHIWE SIBEKOLa bisnieta de Mandela murió en la madrugada de la inauguración, al retornar del concierto de la ví­spera del Mundial. FOTO LA HORA: AFP SIPHIZE SIBEKO

Mandela, primer presidente negro de Sudáfrica, que cumplirá 92 años el 18 de julio, llegó a las exequias en un pequeño vehí­culo de golf. Se sentó -con la ayuda de colaboradores- en la primera fila de la capilla del colegio St Stithian, donde la adolescente acudí­a a clases. Su esposa Graí§a se hallaba junto a él.

Su ex mujer Winnie Madikizela-Mandela, de 73 años, estaba también presente, junto a la hija de ambos, Zinzi, abuela de la ví­ctima.

Zenani Mandela murió la noche del 10 al 11 de junio cuando regresaba de un megaconcierto organizado por el township de Soweto para lanzar los festejos de la Copa del Mundo de Futbol.

El vehí­culo en el que viajaba volcó en una autopista que llevaba a Johannesburgo. El conductor, Sizwe Mankazana, de 23 años, fue encausado por conducir en estado de ebriedad, y comparecerá ante la justicia el 26 de julio.

La muerte de la adolescente provocó la ausencia de Nelson Mandela en la ceremonia de apertura del Mundial en el estadio de Soccer City en Johannesburgo.

Pero en medio del jolgorio general, los aficionados manifestaron su compasión por «tata» Mandela, el padre de la nación, cuyo nombre estuvo presente entre todos en aquel dí­a de gloria para Sudáfrica.

La joven será enterrada hoy en una ceremonia í­ntima, en el cementerio de Fourways, en el norte de Johannesburgo, precisó el portavoz de la fundación Mandela, Sello Hatang.

Miembros del gobierno y del Congreso Nacional Africano (ANC), el movimiento de lucha antiapartheid en el poder desde el advenimiento de la democracia en 1994, se unieron luego a la familia en la capilla de St Stithian.

La adolescente, que tocaba el piano y el saxofón, integraba en su colegio un grupo de percusionistas. También le gustaba escribir, leer, cocinar y esperaba convertirse en cirujana plástica, según la Fundación Mandela.

En la Copa de Confederaciones, un ensayo general para el Mundial organizado en junio de 2009, la joven habí­a llevado el trofeo hasta el podio, antes de que fuera entregado a los ganadores brasileños.

Su muerte se añade a una serie de tragedias familiares que enlutaron a lo largo de toda su vida al héroe de la lucha antiapartheid.

En 1947, perdió a su primera hija, muerta a la edad de 9 meses por razones de salud. Su primogénito murió en 1969 en un accidente de coche. Detenido por el régimen segregacionista, Mandela no pudo asistir a sus funerales.

Liberado en 1990, tras 27 años de detención, Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de Sudáfrica.