Un grupo de cientí­ficos define la excelencia en el fútbol


Ante la falta de criterios objetivos para identificar a los mejores futbolistas, un grupo de investigadores, de Estados Unidos y entre los que hay uno de la Universidad española y Rovira I Virgili, crearon un modelo informático para cuantificar rendimientos de jugadores.


A diferencia del baloncesto o del béisbol, «en el fútbol hay relativamente pocos datos que pueden medirse», observa Luí­s Amaral, profesor de quí­mica e ingeniero biológico de la Universidad de NorthWestern (Illinois) y principal autor de la investigación publicada en la revista de su paí­s PLoS One.

«Podemos contabilizar el número de goles marcados por un jugador, lo que resulta limitado» porque algunos meten muchos mientras que otros mandan el balón rara vez al fondo de las redes, asegura este investigador y aficionado al fútbol de origen portugués.

Así­, «la mayorí­a de los jugadores no tendrí­an nada para medir su rendimiento al final del partido», agrega Amaral.

Para remediar esta situación, Josh Waitzman, compañero de Amaral en la Universidad Northwestern, elaboró un programa informático capaz de integrar todas las informaciones estadí­sticas de todos los partidos de la Eurocopa-2008.

Acto seguido, Amaral y Jordi Duch, profesor adjunto de matemáticas aplicadas y de informática en la Universidad pública catalana Rovira I Virgii (noreste de España), utilizaron esos datos aplicando un método de análisis tomado de las investigaciones sobre las redes sociales.

«Podemos definir una red en la que los elementos son jugadores de fútbol con ví­nculos entre ellos porque se hacen pases y también porque su objetivo es marcar un gol», explican los cientí­ficos.

Estos investigadores pudieron establecer mapas con trayectorias del balón entre los jugadores e integraron los tiros a puerta antes de analizar el conjunto de los resultados.

í‰stos muestran que cuánto más pase el balón por un jugador en particular antes de convertirse en un disparo a puerta, mejor será el rendimiento de éste», concluyen los cientí­ficos.

De igual modo, «cuántas más formas tenga un equipo para hacer avanzar el balón para acabar en un disparo, mejor es» el combinado, agregan.