La carretera entre los departamentos de Quiché y Alta Verapaz sigue con problemas, debido al hundimiento ocurrido la mañana del pasado domingo y que desde entonces ha perjudicado a cientos de usuarios de los municipios de Cunén, Uspantán y Chicamán ya que prácticamente no pueden viajar a la ciudad de Cobán en donde tienen la mayor relación comercial.
QUICHí‰ / Agencia CERIGUA
Según el alcalde municipal de Chicamán, Roberto Candelario Gamarro, este hundimiento viene a afectar a estos tres municipios aunque más a los habitantes de la Zona Reina, que es donde se produce la mayor cantidad de cardamomo de la región; afortunadamente la cosecha ya está en su etapa final, pero aún hay varios camiones que salen del lugar.
El jefe edil dijo que los microbuseros abrieron una pequeña brecha a orillas del hundimiento, pero representa un alto riesgo pasar por ese lugar y sólo es para vehículos livianos; hay otra vía alterna pero en muy malas condiciones y en un tramo de más de 12 kilómetros, por lo que representa más tiempo y recursos utilizarla, además de estar en pésimas condiciones porque no ha tenido mantenimiento.
Gamarro dijo que hay muchas personas, especialmente los que laboran en la extracción de yeso y en la cosecha de cardamomo, que han preferido descansar porque de nada sirve trabajar si no logran sacar su producto, aunque ello representa problemas en su economía familiar.
Por su parte, el Gobernador departamental, Raúl Antonio Matías, dijo que según los reportes que tiene, el hundimiento es de aproximadamente 30 metros de profundidad y un diámetro de 25 metros, por lo que ya se han realizado las coordinaciones necesarias con el ministerio de comunicaciones para buscar una solución pronta y restablecer el paso.
El Gobernador dijo que aun no se tiene el reporte de la CONRED porque se sigue realizando la evaluación ya que éste es un caso extraño, por la forma en cómo se produjo el hundimiento.
La máxima autoridad departamental pidió a los transportistas que eviten este paso, ya que a pesar de que se abrió una brecha a un costado, el riesgo es alto, aún así los microbuses siguen transitando y arriesgando la vida de los usuarios, quienes por necesidad se atreven a pasar por el lugar.