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Tras un centro del holandés Robin van Persie sin demasiado riesgo al segundo palo, el danés Simon Poulsen despejó mal y el balón dio en la espalda de su compañero Daniel Agger, acabando en las redes (46) de Dinamarca.

El atacante del Liverpool Dirk Kuyt mató el suspenso cuando puso el 2-0 en el minuto 85.

De esta forma, Holanda, finalista en los Mundiales de 1974 y 1978, comanda en su llave E a la espera de lo que hagan en el segundo turno Camerún y Japón en Bloemfontein.

Este lunes, la «Orange», sin su astro Arjen Robben, quien fue dejado en el banquillo por su técnico Bert van Marwijk para no apurarlo de su desgarro, debió trabajar más de lo debido.

«Los jugadores estaban un poco nerviosos y frustrados en la primera parte, querí­amos hacer un fútbol bonito, pero perdimos la pelota muy seguido», admitió el DT holandés.

«Las cosas se facilitaron tras el primer gol, y luego se vio lo que somos capaces de hacer, podrí­amos haber ganado por más. Fue una gran tranquilidad cuando anotamos el segundo gol», añadió técnico, quien deberá trabajar con la falta de punterí­a que mostró Van Persie.

En la primera parte, Dinamarca ató bien la marca de los jugadores más desequilibrantes de Holanda. Rafael van der Vaart y Wesley Sneijder cayeron en la red que les tendió Christian Poulsen en la medular, por lo que la pelota nunca llegó clara a Van Persie y Dirk Kuyt.

Ambos delanteros se la tuvieron que arreglar solos y generaron las ocasiones más claras. El punta del Liverpool casi abre el tanteador con un centro envenenado que casi se le mete al portero Sorensen (33).

Dinamarca apenas contó con una chance en la cabeza (27) de su artillero estrella Niklas Bendtner, quien al final jugó de entrada en el equipo de Morten Olsen.

En la segunda mitad el juego más enredado se destrabó con ese tanto de casualidad que abrió el camino al triunfo de Holanda.

«Simon Poulsen en realidad fue nuestro mejor jugador. Este tipo de cosas le suele pasar a los jugadores, aunque uno quiere que sucedan en los entrenamientos y no en los partidos importantes», acotó Olsen.

El volante madridista Rafa Van der Vaart puso en apuros a Sorensen con un remate tras centro de van Persie (59) y el capitán del Bayern Múnich Mark van Bommel estuvo cerca de estirar la cuenta con un bombazo desde la derecha que detuvo de milagro el meta danés (73).

Un nuevo esfuerzo de Sorensen en el minuto 82 ante un zurdazo de Sneijder, que desvió apenas al travesaño, mantení­a aún vivas las esperanzas de la Dinamita Danesa, aunque prácticamente no habí­a pateado al arco neerlandés, defendido por Maarten Stekelenburg, en toda la segunda etapa.

El cierre de la historia llegó en el minuto 85 cuando Sneijder habilitó al ingresado Eljero Elia, que en el mano a mano con Sorensen estrelló la bola en un palo y Kuyt, sin marca, empujó a la red.

En la segunda fecha de la zona, los holandeses se medirán en Durban con los nipones el sábado, mismo dí­a en que los daneses irán por la levantada ante los Leones Indomables, en Pretoria.