Inglaterra no logra la revancha; Estados Unidos logra valioso empate


Wayne Rooney (C), estrella de Inglaterra, no pudo hacer nada ante la buena defensa de Estados Unidos. FOTO LA HORA: AFP HOANG DINH NAM

Inglaterra tendrá que esperar para tomarse la revancha de la derrota frente a Estados Unidos en el único partido de un Mundial que les habí­a enfrentado, hace 60 años, ya que el estreno del grupo C terminó con el primer empate de la historia entre los dos equipos (1-1).


La derrota inglesa en 1950 (1-0), en Belo Horizonte, obró en la memoria colectiva del fútbol inglés para estimular el apetito de la escuadra de Fabio Capello, que llegó a Sudáfrica con el propósito de alzar su segunda Copa FIFA. La primera data de hace 44 años.

El partido respondió a las expectativas. No habí­an transcurrido ni cuatro minutos cuando, en un saque de banda, el balón llegó a Heskey en la frontal del área, cedió a Gerrard y el capitán encontró hueco, cruzando por bajo a la izquierda del guardameta Howard.

El juego estaba muy trabado, con el balón mucho tiempo en el aire y los marcajes muy estrechos, pero el gol desbarataba de raí­z los planes defensivos de Bob Bradley.

En el m.19, Landon Donovan puso un balón en la cabeza de Altidore, que no acertó a rematar de lleno, pero inmediatamente después, en el área estadounidense, Aaron Lennon se quedó solo, algo escorado, ante el portero y no se atrevió a rematar directamente. Su centro fue despejado por la defensa.

Sin complejos ante unos rivales a los que conocen bien de la Premier inglesa, los norteamericanos empujaron de medio campo hacia arriba con gran aparato fí­sico. Ahí­ se puso de manifiesto la disciplina táctica italiana de un Capello vociferante que defendió hasta con siete hombres.

En el m.41, llegó la jugada de «zapping» televisivo. Dempsey lanzó desde fuera del área. Era un balón sin aparente dificultad para el portero, pero se le escapó de las manos a Green para alojarse en su porterí­a. La cara del guardameta era un poema, igual que la de David Beckham, vestido de calle en el banquillo.

Habí­a que volver a empezar. Tras el descanso, en el m.52 Heskey disparó contra el portero, sin nadie más por delante. Inglaterra llegaba arriba con más facilidad, pero su mejor hombre de ataque, Wayne Rooney, seguí­a sin aparecer.

Estados Unidos viví­a de los centros de Donovan a la cabeza de los centrales, siempre peligrosos ante un Green inseguro bajo los palos que se redimió en el m.64 al despejar un disparo a bocajarro de Altidore, que penetró casi hasta el área chica por la izquierda.

Las ocasiones inglesas se sucedieron. Rooney agarró un disparo terrorí­fico que salió rozando el poste en el m.75, Heskey tiró desviado en buena posición, Lampard no pudo empalmar un pase de la muerte. El meta Howard tuvo mucho trabajo y todo lo hizo bien. Por primera vez en diez partidos, Inglaterra y Estados Unidos han firmado un empate.