Ahmadinejad ataca con dureza a EE.UU. e Israel


El presidente iraní­, Mahmoud Ahmadinejad, visitó el área de Irán en la Expo Mundial 2010 que se celebra en la ciudad china de Shanghai. AFP PHOTO / PHILIPPE LOPEZ

El presidente iraní­ Mahmud Ahmadinejad se libró hoy a una diatriba contra Estados Unidos e Israel, 48 horas después de la aprobación de nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra su paí­s, que aparece cada vez más aislado internacionalmente.


Ahmadinejad dijo, durante una visita al pabellón iraní­ de la Exposición Universal de Shanghai, que las nuevas sanciones apoyadas por todos los miembros permanentes del Consejo, entre ellos Rusia y China, son un «papel sin valor».

Denunció además al Consejo como un «instrumento dictatorial» y advirtió que «el tiempo de la intimidación y la coerción se ha acabado».

Cargó igualmente contra Israel, al afirmar que el Estado hebreo es un paí­s «condenado», y acusó al presidente estadounidense, Barack Obama, de haber cometido «un grave error» al impulsar las sanciones y «bloquear la ví­a» para establecer ví­nculos amistosos con el pueblo iraní­.

Todo ello se produce en un contexto de creciente aislamiento de la República Islámica, acusada por varias potencias de querer dotarse del arma atómica bajo el pretexto de un programa nuclear civil.

Ahmadinejad prefirió visitar el pabellón de su paí­s durante el «Dí­a de Irán» en la Expo de Shanghai, en lugar de acudir a una cumbre regional de seguridad en Taskent, la capital de Uzbekistán, a la que asistieron los presidentes chino Hu Jintao y ruso Dimitri Medvedev.

Al concluir ese encuentro, el canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó este viernes que ese núcleo de paí­ses, denominado OCS (Organización de Cooperación de Shanghai) habí­a rechazado la adhesión de Irán, que hasta ahora tení­a rango de observador, precisamente a causa de las sanciones de la ONU. «Si el Consejo de Seguridad decidió sanciones, el paí­s concernido no puede adherir», declaró.

La visita del presidente iraní­ a la Expo se produce en un momento delicado en las relaciones con su aliada China.

Algunos miembros del gobierno iraní­ reaccionaron inicialmente con furia a la decisión de China de acoplarse a la postura de Estados Unidos y las demás potencias occidentales para votar las sanciones.

Pero Ahmadinejad trató el viernes de evitar crí­ticas a su principal socio comercial.

«El principal problema es la administración de Estados Unidos y no tenemos problemas con los demás», aseguró a los periodistas.

Sin embargo, Rusia, otra de las potencias más cercanas a Teherán, aseguró el viernes que aplicará «estrictamente» las sanciones aprobadas por la ONU contra Irán.

«Seguiremos de forma estricta los criterios y requerimientos de la resolución», afirmó el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, al responder a una pregunta sobre una programada venta de misiles a la República Islámica.

Una fuente del servicio federal ruso de cooperación militar, citada por la agencia Interfax, habí­a indicado el jueves que Moscú congelará un contrato de entrega a Irán de misiles S-300 tras la adopción de nuevas sanciones en la ONU contra Teherán.

Sin embargo, Lavrov afirmó luego que las sanciones no impedirí­an la entrega de los misiles rusos, por tratarse de «armas defensivas».

El asunto parece ser objeto de discusiones intensas en Rusia, pues este viernes una fuente del Kremlin indicó a su vez a la prensa que las sanciones de la ONU impiden la entrega a Irán de esos misiles rusos.

La resolución de la ONU establece, entre otros aspectos, un embargo de armas contra la República Islámica.

En Shanghai, Ahmadinejad reiteró que esas sanciones «no tendrán ningún efecto». Ya habí­a dicho de ellas anteriormente que «no valen un centavo» y que «deben ir a la basura».

Como es habitual, el presidente iraní­ reservó su retórica más agresiva a Israel.

Estados Unidos «está tratando de salvar al régimen sionista, pero el régimen sionista no sobrevivirá. Está condenado», proclamó.

Además, el mandatario iraní­ cuestionó los argumentos de Washington para justificar las sanciones: «Está claro que Estados Unidos no está contra las bombas atómicas, porque tiene en la región un régimen sionista con bombas atómicas», declaró.

Israel, paí­s que según expertos extranjeros posee el arma atómica aunque se niegue a confirmar o desmentir esa sospecha, considera a Irán como su principal enemigo en la región, tras las amenazas de Ahmadinejad de «borrar del mapa» al Estado hebreo.

Responsables israelí­es no han descartado una posible acción militar para impedir que Irán desarrolle el arma nuclear.

Irán asegura que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles, y que precisa uranio para un reactor de investigación cientí­fica en Teherán.

Ahmadinejad prefirió visitar el pabellón de su paí­s durante el «Dí­a de Irán» en la Expo de Shanghai, en lugar de acudir a una cumbre regional de seguridad en Taskent, la capital de Uzbekistán, a la que asistieron los presidentes chino Hu Jintao y ruso Dimitri Medvedev.