También usted, Presidente


La Corte de Constitucionalidad, con un fallo cuyo único precedente puede encontrarse en la resolución que puso fin a la crisis del serranazo, nos brinda la oportunidad de enmendar los errores y corregir el rumbo macabro que alcanzó su máxima expresión cuando ayer se repartieron cabezas humanas en una de las más macabras expresiones del terrorismo no sólo en Guatemala sino en el mundo entero. Quienes enviaron el mensaje de terror para afianzar su control de las instituciones del Estado, recibieron un tiro por la culata porque 12 horas después de su brutal mensaje recibí­an la retopada de la CC que ordenó repetir todo el proceso de postulación de candidatos a Fiscal General.


Tenemos una oportunidad, sin duda, pero dependemos de los mismos de siempre y de su voluntad. Por un lado los postuladores que tienen que inhibirse de conocer en este caso no sólo porque ya incurrieron dos veces en el mismo vicio, sino porque si repiten ellos, repetirán todos los vicios. Pero siendo pública la intromisión de la cuñada del Presidente de la República como la gran operadora polí­tica de la elección de Fiscal General, hay que pedirle al Presidente que impida enérgicamente que la hermana de su esposa siga manoseando los procesos como ya lo hizo con las cortes y con la elección de Fiscal. El mismo licenciado López Villatoro, poder tras el trono en el foro nacional, reconoció que fue con la señora Gloria Torres con quien negoció en esas instancias y el Presidente lo sabe y lo toleró. Por eso la elección del Fiscal Reyes fue tan fácil y «lógica» para Colom, puesto que era el resultado de los acuerdos promovidos por su mismo entorno familiar. Ayer Colom llamó a la responsabilidad histórica que se abre con la repetición de este proceso. Con sus mismos argumentos le pedimos que ponga orden en su entorno para impedir que nuevamente desde la Casa Presidencial salgan las manipulaciones que terminaron con la conformación de una lista que le valió para una decisión que él mismo ni siquiera corrigió pese a haber recibido las evidencias de que se habí­a equivocado. Creemos que los postuladores que ya nos fallaron tienen que hacerse a un lado para permitir un proceso transparente y edificante para el paí­s. Unos fallaron por sus propios compromisos y otros por las amenazas burdas que recibieron, pero en ambos casos le fallaron a Guatemala. Hoy empieza un nuevo proceso que será también cuesta arriba y en el que la sociedad tiene una oportunidad de enmendar el curso de nuestra historia, pero en el que también los poderes ocultos mostrarán su colmillo. ¿Justifica, Presidente, la ambición de su familia polí­tica el compromiso con los poderes ocultos?