Miles de personas afluían este jueves hacia el estadio Orlando, en Soweto, donde la cantante colombiana Shakira y los Black Eyed Peas van a dar comienzo a la fiesta del Mundial 2010, que se inaugura el viernes.
Este concierto, aperitivo de la fiesta que vivirá Sudáfrica durante las próximas cuatro semanas de competición, se difundirá al mundo entero a partir de las 20h00 locales (18H00 GMT).
Shakira cantará el himno oficial de la competición «Waka Waka» (Le toca a Africa) con el grupo de pop sudafricano Freshlyground, añadiendo algunos pasos sudafricanos a su ya famoso movimiento de cadera.
Su compatriota Juanes y los estadounidenses Alicia Keys y John Legend también forman parte del espectáculo, junto a estrellas africanas como la beninesa Angélique Kidjo, los malienses Amadou y Mariam o el Soweto Gospel Choir.
El concierto que abre los festejos oficiales del Mundial antes de su inauguración el viernes: Sudáfrica-México a las 16h00 locales (14h00 GMT) en el Soccer City de Johannesburgo, seguido por el partido Francia-Uruguay a las 20h30 locales (18h30 GMT) en el nuevo estadio de Green Point en Ciudad del Cabo (sudoeste).
La ceremonia de apertura, un espectáculo de una media hora con 1.500 artistas, en su gran mayoría africanos, tendrá lugar en el Soccer City antes del saque inicial.
En el otro extremo del país, la Ciudad de El Cabo también ha iniciado la fiesta. Miles de personas se han congregado para la apertura del «fan park» de «Grand Parade», la plaza del ayuntamiento donde Nelson Mandela pronunció su primer discurso como hombre libre en 1990.
«Hemos venido a vibrar con el resto de Africa. Es una experiencia única», dice Marks Louw, de 23 años, que viste la camiseta de los Bafana Bafana y una peluca con los colores de la nación arco-iris.
Unos músicos intentaban hacerse oír entre el ruido de las vuvuzelas, las ya famosas trompetas de plástico que suenan en todo el país desde hace días.
«Los sudafricanos son unos creyentes de última hora, pero una vez que abrazado esta religión, son unos fanáticos», destaca Danny Jordaan, el jefe del Comité Local de Organización.
Para que nada arruine la fiesta, las autoridades sudafricanas han llamado a los aficionados a tener cuidado.
«Pedimos a los ciudadanos y a los visitantes que tengan cuidado», declaró el portavoz del gobierno, Themba Maseko.
Varios incidentes han recordado esta semana que, pese a los esfuerzos de Sudáfrica por mantener segura la competición, el país sigue siendo peligroso con sus 50 asesinatos diarios.
Unos hombres armados entraron en la noche del martes al miércoles en las habitaciones del hotel de dos periodistas portugueses y un español para robarles dinero, material fotográfico y los pasaportes.
Cuatro periodistas chinos fueron víctimas el martes de un robo a mano armada cuando conducían su vehículo de alquiler a Johannesburgo.
Por último, 1.500 euros desaparecieron de las habitaciones de hotel del equipo griego en los alrededores de Durban (sudeste).
«Es deplorable que los visitantes tengan que sufrir tal experiencia y espero que la rápida reacción de la policía les devuelva la confianza», comentó el jefe de la policía, Bheki Cele, anunciando la detención de tres sospechosos del robo a los periodistas europeos.
El país invirtió 1.300 millones de rands (alrededor de 130 millones de euros) y reclutó 44.000 agentes suplementarios para reforzar su dispositivo de seguridad antes de la competición.