El canciller cubano, Bruno Rodríguez, sostuvo hoy en París que la Unión Europea (UE) «debe cambiar» su Posición Común «injerencista», que subordina el avance de las relaciones bilaterales a la mejora de los derechos humanos en la isla.
«La Posición Común debe ser cambiada porque no funciona. Para Cuba resulta injerencista y obsoleta», dijo Rodríguez tras reunirse con su homólogo español, Miguel íngel Moratinos, cuyo país preside la UE, días antes de la revisión europea de esa medida.
La reunión fue «constructiva, positiva (…), siguen existiendo algunas diferencias pero dentro de una voluntad de acercar posiciones», dijo por lado Moratinos.
El encuentro se celebró a primeras horas del día, en la residencia del embajador de España en Francia, Francisco Villar.
Esta cuarta reunión del Diálogo Político entre la UE y Cuba iniciado a mediados de 2008, cuya celebración fue anunciada sorpresivamente el miércoles en Bruselas, tuvo lugar cuatro días antes de que los ministros de Relaciones Exteriores de los 27 se reúnan en Luxemburgo para la revisión anual de su Posición Común hacia Cuba.
La reunión tuvo lugar tres semanas antes de que España pase el relevo de la presidencia europea a Bélgica.
El encuentro del jueves debía celebrarse inicialmente en abril, pero fue aplazado a raíz de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, el 23 de febrero, tras 85 días de huelga de hambre.
La Posición Común de la UE hacia Cuba, impulsada en 1996 por el gobierno español dirigido entonces por el conservador José María Aznar, condiciona el diálogo con Cuba al respeto de los derechos humanos y a los avances en la democracia en la isla comunista. Aznar propuso la Posición Común tras la detención en marzo de 2003 en Cuba de 75 disidentes condenados a fuertes penas de prisión, de los cuales 53 permanecen en la cárcel.
Moratinos, al frente de la diplomacia española desde 2004, cuando llegó al poder el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, defiende reemplazar la Posición Común por un acuerdo bilateral -que incluya diálogo sobre derechos humanos-, iniciativa con la cual el canciller cubano dijo «coincidir».
«He reiterado la disposición de Cuba a negociar un nuevo marco contractual y bilateral» con la UE, dijo el ministro cubano tras la reunión que duró una hora y durante «hemos aportado ideas distintas para mejorar las relaciones entre la Unión Europea y Cuba».
Interrogado sobre si Cuba esbozó gestos que permitan encarar un cambio de la Posición Común, que rechazan varios países europeos como Suecia y República Checa, Moratinos se limitó a responder: «vamos a discutirla. El lo ha solicitado (…) pero para eso hace falta el consenso de los 27».
Antes de partir hacia Roma donde se sumará a la visita a Italia de Rodríguez Zapatero y donde se reunirá esta misma mañana con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, Moratinos insistió en que ambas partes «van a seguir trabajando para reforzar las relaciones entre la UE y Cuba».
Moratinos preguntó a su par cubano sobre el inédito diálogo que las autoridades de La Habana mantienen con la Iglesia católica de la isla, y que permitió trasladar a varios presos a cárceles más cercanas a sus domicilios.
«He confirmado que en Cuba existe una fluida comunicación (…) y en particular con la Iglesia católica que está jugando un papel constructivo para el bienestar del pueblo de Cuba», afirmó Rodríguez, antes de indicar que en los próximos días recibirá en La Habana al secretario de Estado del Vaticano para las Relaciones con los Estados, el francés Dominique Mamberti.
Respecto de la visita que el relator de la ONU contra la Tortura, Manfred Nowak, debía efectuar a Cuba antes de concluir su mandato en octubre de 2010, pero que todavía está pendiente porque las autoridades cubanas no fijaron una fecha, el canciller cubano reafirmó la «validez y vigencia de la invitación».
De la reunión celebrada en París participaron una docena de responsables diplomáticos de Cuba, España y de la UE, precisaron fuentes diplomáticas españolas.