Irán amenaza con disminuir sus relaciones con la AIEA


Ertugrul Apakan, embajador turco, votó en contra de las sanciones a Irán, ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU. FOTO LA HORA: AFP Emmanuel Dunand

Irán amenazó hoy con disminuir su relación con la Agencia Internacional de Energí­a Atómica (AIEA) al dí­a siguiente de que la ONU votara nuevas sanciones y luego de que Rusia, su tradicional aliado, congelara la venta de misiles a la República Islámica.


Por el momento, fuentes diplomáticas indican que Teherán vacila entre enfrentarse o conciliarse con la comunidad internacional luego de que sus dos principales aliados y miembros permanentes del Consejo de Seguridad, China y Rusia, abandonaran a Irán para votar en favor de nuevas sanciones.

La República Islámica advirtió que podrí­a reducir sus ví­nculos con la AIEA.

«El parlamento… adoptará el domingo una ley prioritaria que estipula reducir las relaciones con la AIEA», indicó Esmaeel Kosari, miembro del Comité de Seguridad Nacional y Polí­tica Exterior del parlamento a la agencia Fars.

Este anuncio se produce luego de que el presidente Mahmud Ahmadinejad encabezara las crí­ticas reacciones a la cuarta ronda de sanciones votada el miércoles por el Consejo de Seguridad.

Esas resoluciones «deben ir a la basura» y no «son capaces de afectar a los iraní­es», afirmó. Ahmadinejad habí­a amenazado con suspender todas las negociaciones con el grupo 5 1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia más Alemania) si se votaban nuevas sanciones.

Varias potencias mundiales, Estados Unidos al frente, sospechan que Irán busca producir una bomba atómica a través de su programa de enriquecimiento de uranio, lo que Teherán niega insistiendo sobre el carácter pací­fico de su programa nuclear.

Este jueves, Moscú congeló un contrato para la venta de misiles de defensa antiaérea S-300 a Teherán, anunció una fuente del servicio federal de cooperación militar, citada por la agencia Interfax.

«La decisión del Consejo de Seguridad de la ONU debe ser aplicada por todos los paí­ses, y Rusia no será una excepción. Es por eso que el contrato de entrega de misiles tierra-aire S-300 a Irán será congelado», indicó esta fuente.

No hubo una confirmación oficial de esta información.

Rusia concluyó este acuerdo hace unos años con Irán pero jamás entregó las armas, presionado por Estados Unidos e Israel que temen que los misiles puedan mejorar considerablemente las capacidades de defensa antiaérea iraní­.

Ni Estados Unidos ni Israel avanzaron la posibilidad de utilizar la fuerza militar para evitar que Irán desarrolle armas nucleares.

A pesar de las sanciones, las potencias mantienen una posición dual frente a los iraní­es, combinando la presión al régimen a través de sanciones y negociaciones.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que la resolución pone «en marcha las sanciones más firmes que haya tenido que enfrentar hasta ahora el gobierno iraní­» pero agregó que «no cierran la puerta a la diplomacia».

Fuentes diplomáticas indicaron que las sanciones podrí­an verse secundadas por medidas adicionales tomadas individualmente por las potencias.

«Hay que esperar que Estados Unidos y la Unión Europea impongan más sanciones unilaterales, lo que dañará significativamente la economí­a» iraní­, dijo un diplomático a la AFP en Teherán.

Pero Rusia, en un intento por apaciguar los ánimos, advirtió sobre acciones unilaterales indicando que eso serí­a «inaceptable» para Moscú.

A pesar del tono amenazante de Ahmadinejad, algunos responsables iraní­es de primera lí­nea se mostraron más prudentes indicando que Teherán está frente a un dilema sobre los pasos a seguir tras las nuevas sanciones.

«Es muy pronto para saber qué ví­a escogerán los dirigentes iraní­es, si la confrontación o la conciliación», estimó el jueves otro diplomático en Teherán.

«Irán fue desairado y podrí­a recurrir a redoblar la apuesta, como hizo en el pasado», según este diplomático.

El vicepresidente iraní­ y jefe de la organización atómica iraní­, Alí­ Akbar Salehi, indicó que Irán debe «ser muy paciente y no actuar apresuradamente».

«La otra parte quiere empujar al gobierno iraní­ a tomar decisiones extremas, pero como de costumbre están cometiendo graves errores», dijo Salehi.