Morales visita Brasilia en medio de mal tiempo


Visita. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (D), acompaña a su homólogo boliviano Evo Morales, en el Palacio de Planalto en la ciudad de Brasilia.

En una mañana lluviosa y caliente, el presidente de Bolivia, Evo Morales, llegó hoy a la capital brasileña para negociar el espinoso tema de los precios del gas natural que su paí­s exporta a la mayor economí­a latinoamericana.


Morales llegó a la base aérea de Brasilia hacia las 9:00 hora local en un pequeño avión acompañado únicamente de su canciller, David Choquehuanca, y de su ministro de Hidrocarburos y Energí­a, Carlos Villegas

El resto de su comitiva, que viajaba en otra aeronave, se atrasó por lo menos seis horas debido al mal tiempo en Bolivia.

«Contra la lluvia no se puede hacer nada», comentó un funcionario boliviano al explicar que el otro avión que salió de La Paz poco después de que lo hiciera el del Presidente debió regresar a la capital por el mal tiempo.

En Brasilia, Morales llegó con tiempo de sobra y se dirigió al emblemático hotel Kubitechek, donde permaneció durante hora y media reunido con Villegas y Choquehuanca, antes de dirigirse al encuentro con su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia de Brasil.

Una formación de soldados, con vistosos uniformes de época y dos cañones, esperaba a Morales para rendirle los honores militares de acuerdo al manual del protocolo.

Lula permaneció esperando durante unos cinco minutos en el interior del palacio, frente a la rampa que conduce desde el patio frontal hasta el interior del imponente edificio. Estaba acompañado por su canciller, Celso Amorim, y por el canciller Choquehuanca.

Mientras Lula esperaban a Morales comenzó a caer una fina lluvia que obligó a desplazar la formación militar y a silenciar los cañones, que nunca sonaron sus salvas.

El presidente boliviano finalmente apareció por una puerta lateral, acompañado por Lula. Ambos saludaron al enjambre de periodistas, posaron para las cámaras y, acompañados de un pequeña comitiva formada principalmente por ministros brasileños, entraron a la reunión de trabajo.

El otro avión de la delegación boliviana con unos 20 funcionarios, incluyendo 15 ministros, no alcanzó a llegar a tiempo para el encuentro de trabajo.

Entre los ausentes quedaron el ministro de Obras Públicas, Jerges Mercado; la ministra de Desarrollo Rural, Susana Rivero; el jefe de la cartera de Defensa, Walter San Miguel, y el presidente de la estatal Yacimientos Petrolí­feros Fiscales Bolivianos (YFPB), Manuel Morales.

En el encuentro entre ambos presidentes está prevista la discusión de una agenda que va más allá del contrato de suministro y de los precios de gas natural vigente entre Bolivia y Brasil.

De la agenda también hace parte el tema de la cooperación de Brasil para ayudar a combatir la fiebre aftosa en Bolivia y la oferta brasileña de construir una represa termoeléctrica binacional en territorio boliviano, a unos 80 kilómetros de la frontera común.

En un ambiente de aparente cordialidad, ambos presidentes comenzaron su jornada de trabajo. Antes de entrar a la sala, Morales fue recibido por un grupo de 92 escolares de tercero y cuarto grado de primaria y nueve profesores de dos escuelas de educación básica de Sambabaia, una ciudad satélite de Brasilia.

«Forma parte de la rutina cuando se reciben presidentes extranjeros recibirlos con niños», explicó uno de los diplomáticos brasileños responsables del protocolo.

La aclaración sirvió para calmar suspicacias, pues, pocas horas antes de la visita de Morales, el canciller brasileño calificó como una salida «infantil» las presiones de Bolivia de supeditar el viaje de Morales a un acuerdo previo sobre el gas natural.

Lo que ofrece Brasil

Brasil ofrecerá hoy a Bolivia aumentar el precio del gas que le compra para el estado de Mato Grosso, dijo uno de los principales asesores del presidente Luis Inácio Lula da Silva.

La propuesta será hecha al presidente de Bolivia Evo Morales, quien realiza una visita de Estado marcada por las tensiones bilaterales por los valores que paga Brasil por el gas de su vecino.

Morales tendrá «una respuesta positiva» sobre el gas para la usina termoélectrica de Cuiabá que abastece al Estado de Mato Grosso, dijo Marco Aurelio Garcí­a, asesor de Lula en cuestiones internacionales.

Brasil paga 1,09 dólares por BTU por 1,2 millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano para Mato Grosso.

«Hay un problema inmediato que es el problema del gas en Cuiabá que está con precio muy bajo. Reconocemos eso y ya hay una alternativa técnica que será profundizada para resolverlo en cortí­simo plazo», dijo Garcí­a a la TV Globo.

Asimismo, la petrolera estatal Petrobras importa de Bolivia unos 26 millones de metros cúbicos diarios a 4,30 dolares el millón de BTU para abastecer a los seis estados más industrializados del sur del paí­s.

Bolivia dijo que espera un aumento a 5 dólares, precio que paga Argentina. Petrobras insiste en que los precios deben ser ajustados de acuerdo a los procedimientos previstos en el contrato de suministro por 20 años firmado en 1999.