Las pisadas amortiguadas, el crujido de pequeñas ramitas y los murmullos son los únicos sonidos que se oyen a medida que los cazadores se acercan acechantes a una cebra en Sudáfrica.
Un disparo como un trueno abate a un semental y un trofeo que añadir a la docena que ha logrado un orgulloso tirador estadounidense durante la semana que ha pasado en Sudáfrica, a donde llegó atraído por las oportunidades cinegéticas que ofrece la abundante fauna salvaje local.
Pero los touroperadores dicen que el Mundial ha retraído a los clientes extranjeros de la industria más pujante de la temporada, que coincide con el mes del torneo.
«Se han ido retirando uno por uno», dijo Arthur Rudman, dueño de Blaaukrantz Safaris que está a menos de una hora en coche al norte de la ciudad sede de Puerto Elizabeth.
«Apoyamos el Mundial completamente. Pero, desafortunadamente tiene un impacto negativo en nuestra industria de la caza», dijo.
Miembro ejecutivo de la Asociación Profesional de Cazadores de Sudáfrica, Rudman dice que la industria cinegética contribuye anualmente con entre 5.000 y 7.000 millones de rands (unos 908 millones de dólares) a la economía.
Las cacerías se reservan generalmente por adelantado pagando unos depósitos, pero los viajes coincidentes con el Mundial se han anulado por razones que van desde la congestión en los aeropuertos y las preocupaciones por el transporte de los rifles, hasta los mayores costes de alojamiento y los hinchados precios de las compañías aéreas.
Algunos operadores han intentado atraer a los aficionados al fútbol con ofertas de caza especial Mundial, como Rudman cuyo negocio familiar está ofreciendo una oferta de tres noches por 6.800 rand con dos trofeos, aunque pocos han picado.
«Los aficionados al fútbol no son muy amigos de la caza. Hemos visto algún interés, tenemos algunos cazadores que vendrán, pero no es una avalancha», dice Rudman.
«No tenemos las cantidades que deberíamos haber tenido mediada nuestra temporada de caza que es en junio y julio», añadió.
Los clientes han pospuesto sus reservas hasta 2011 pero el agujero este año llega tras una recesión global que llevó a una caída de las reservas extranjeras de un 20% en 2009.
«Al final, podríamos estar en la región entre un 40% y un 50% por debajo de las cifras de 2008», considera Rudman, quien ha estado dirigiendo cacerías desde 1978.
La caza es un gran negocio en gran parte de Sudáfrica, donde viven los considerados cinco grandes: el león, el leopardo, el elefante, el búfalo y el rinoceronte.
«También tenemos muchas cancelaciones», dice Werner van der Walt de Cheetau Safaris, un operador de la región central de Free State, que cobra 35.000 dólares por cazar un gran león macho.
«Nuestro principal negocio es la caza del león. Se ha visto muy afectado. Hemos perdido alrededor de 18 leones», dijo a la AFP.
«En términos financieros, únicamente eso hubiera supuesto 2,2 millones» de rands (230.000 euros) en ingresos.
Se espera que el Mundial atraiga a unos 300.000 visitantes e impulse la economía de Sudáfrica en un 0,5%, pero las ofertas especiales Mundial de Van der Walt tampoco han resultado.
«No quieren venir durante la Copa del Mundo», dijo Van der Walt.
Para los cazadores profesionales, las cancelaciones o las posposiciones también suponen una pérdida de ingresos.
«El Mundial ha tenido un efecto muy negativo», dijo Philip Dixie, de 41 años, un cazador profesional de Blaaukrantz tras ayudar a su satisfecho cliente a abatir la zebra.
«Básicamente, tenemos dos meses sin caza. Para mí, un cazador profesional, supone una pérdida de ingresos. Es muy serio para mí», sentencia.