Las organizaciones británicas de ayuda a la infancia han criticado duramente al Gobierno laborista de Tony Blair a raíz de la publicación de un informe de UNICEF que sitúa al Reino Unido en el último lugar de una lista de veintiún países ricos en materia de bienestar de la infancia.
El informe de UNICEF analiza cuarenta indicadores y llega a la conclusión de que dos países que se presentan como modelo de economías exitosas, Gran Bretaña y Estados Unidos, ocupan el último y el penúltimo lugar respectivamente de una lista de indicadores sociales.
La lista está encabezada por varios países de la Europa del Norte -Holanda, Dinamarca y Finlandia- así como España, que adelanta incluso a Suiza y Noruega.
Por el contrario, Gran Bretaña figura en alguno de los últimos lugares en cinco de seis categorías – pobreza y desigualdad, sexo drogas y alcohol, familia y amistades, educación y por último felicidad -y sólo ocupa un lugar intermedio de la tabla- el duodécimo- en lo referente a la salud y seguridad de sus menores.
A pesar de vivir en el quinto país más rico del mundo, según las estadísticas, los niños británicos sufren algunos de los peores niveles de pobreza relativa, se consideran menos felices y abusan más del alcohol y las drogas y tienen más relaciones sexuales que los niños del resto de los países ricos estudiados.
También están más expuestos al fracaso escolar y a la violencia física y verbal mientras que sus relaciones con los padres u otros niños de su misma edad son mucho peores que en otros países.
Sólo un 40 por ciento de los niños británicos de once a quince años consideran a los menores de su misma edad «amables y dispuestos a ayudar», algo que no ocurre hasta tan alarmantes extremos en otros países ricos.
El informe indica también que más de una quinta parte de los adolescentes del Reino Unido se quejan de su deficiente estado de salud tanto física como mental, algo en lo que este país ocupa también el último lugar de la clasificación de Unicef.
El profesor Jonathan Bradshaw, de la Universidad de York, uno de los autores del informe, se ha declarado sorprendido por el estudio: «Estamos cosechando los resultados de varias décadas de abandono y vemos que es mucho lo que tenemos que hacer para corregir la situación».
«Sabíamos que el Reino Unido sufría un alto nivel de pobreza infantil y que muchos niños vivían en familias sin trabajo, pero nos ha sorprendido lo mal que sale el país en las distintas categorías», señaló el experto británico.
Para Bob Reitemeier, director ejecutivo de la ONG de ayuda a la infancia «Children’s Society», el informe de Unicef es «un toque de atención que nos muestra que pese a ser un país rico, Gran Bretaña está fallando a sus niños y a sus jóvenes en muchos aspectos fundamentales».
La oposición conservadora no ha perdido tiempo para criticar al Gobierno laborista, y así su responsable del Tesoro, George Osborne, declaró a la prensa: «Este informe dice la verdad sobre la Gran Bretaña de (George) Brown», el actual ministro del Tesoro y aspirante a primer ministro.
Algunos miembros del Gobierno Blair se apresuraron a señalar que muchos de los datos recopilados en el informe, como suele ser el caso de este tipo de trabajos de la ONU, son de hace varios años.
Los laboristas apuntan así al hecho de que Gran Bretaña no se había recuperado aún de las consecuencias sociales de las doctrinas conservadoras de Margaret Thatcher.
Según una portavoz del Gobierno, en el Reino Unido viven actualmente 700.000 niños menos en una situación de pobreza relativa que en 1998-1999, es decir los dos primeros años del Nuevo Laborismo, y el Gobierno lleva actualmente a cabo un programa de inversiones sin precedente en centros infantiles.
Los niños y adolescentes de Estados Unidos y el Reino Unido tienen uno de los niveles más bajos de bienestar de los países industrializados, frente al elevado nivel de Holanda y los países escandinavos, según un estudio de UNICEF presentado hoy en Berlín.
En un escalafón que incluye 21 países de la OCDE, Estados Unidos ocupa el puesto vigésimo, superando sólo al Reino Unido, y en ninguno de los parámetros utilizados por UNICEF para realizar su estudio los estadounidenses logran colocarse en la parte alta de la clasificación.
La pobreza infantil, según las conclusiones del informe, permanece por encima del 15 por ciento en España, Italia, Portugal, Estados Unidos, el Reino Unido, Irlanda y Nueva Zelanda, mientras que nueve países del norte de Europa tienen tasas por debajo del 10 por ciento y los cuatro países nórdicos están incluso por debajo del 5 por ciento.