Un concierto de «vuvuzelas» y cláxones de automóviles invadió las calles de las grandes ciudades sudafricanas, este miércoles, a dos días del comienzo del Mundial de fútbol, traduciendo el fervor de los entusiastas aficionados locales.
Millares de sudafricanos se reunieron en el barrio financiero de Sandton, en Johannesburgo, para saludar a la selección nacional, los «Bafana Bafana» (los muchachos), que realizaron un verdadero desfile imperial en un autobús.
Envueltos en banderas nacionales o vistiendo las camisetas verde y oro de la selección anfitriona del Mundial, los hinchas bloquearon el tráfico e hicieron resonar su particular concierto por todo el barrio.
La misma escena se reprodujo en todo el país sobre el mediodía (10H00 GMT) como respuesta al llamado de los grandes medios de comunicación privados, que pidieron a los sudafricanos que «manifestaran su apoyo» a los «Bafana» haciendo sonar durante cinco minutos sus estridentes y ensordecedoras largas trompetas de plástico.
«Festejamos el (Mundial de) 2010. Nos sentimos muy orgullosos de ser sudafricanos», dijo a la AFP Nmatau Sema, que dejó durante algunos minutos la tienda en la que trabaja el norte de Johannesburgo, para hacer sonar su instrumento.
«Estamos todos juntos, negros y blancos reunidos bajo la misma bandera. Y esto va a durar durante toda la competición», agregó.
En la misma línea se manifiesta Henk Schutte, de 24 años de edad, quien se explica a su manera. «Estamos aquí para la «gees» (la atmósfera en «afrikaans)», la lengua de los descendientes de los primeros colonos europeos.
Delante del Parlamento de Ciudad del Cabo (suroeste), Zanele Ntuli se pasea con una peluca verde decorada con pequeñas banderitas sudafricanas. «Escuché por un instante el llamado de las «vuvuzelas», y me vine para aquí», señaló.
«Nunca hubiera pensado que el Mundial llegaría a ífrica, y menos aún a Sudáfrica», añade con entusiasmo esta responsable asociativa de la ciudad austral.