Europa se sacrifica para enderezar sus finanzas


Después de que Alemania anunciara un drástico recorte del gasto público, el enésimo adoptado en la Eurozona para tratar de devolver la calma a los mercados, España no excluyó el martes mayores sacrificios, pese a una huelga de funcionarios contra la rebaja de sus sueldos.


En la lí­nea de lo apuntado el lunes por los lí­deres de la Unión Europea (UE), la ministra española de Economí­a, Elena Salgado, dijo en Luxemburgo que si España «se desví­a» de su meta de rebajar el déficit público al 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2013, entonces «adoptará más medidas».

«Seguiremos haciendo esfuerzos en 2012 y 2013», prometió Salgado durante una reunión con sus homólogos de la Unión Europea (UE), en la que se examinó el plan de austeridad español para 2010 y 2011, que pasa especialmente por rebajar los sueldos a los funcionarios y congelar las pensiones.

No obstante, la ministra quiso dejar claro que por el momento el gobierno no prepara ninguna medida adicional concreta y estimó que lo que se ha puesto sobre la mesa «es suficiente» para rebajar el déficit público del 11,2% del PIB en 2009 al 6% en 2011 y el 3% en 2013, el máximo autorizado por Bruselas.

España está a la espera de la valoración definitiva que el 15 de junio presentará la Comisión Europea sobre su plan de austeridad aprobado en mayo.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, reiteró hoy su apoyo al compromiso español de hacer todo lo posible para reducir el déficit y «alentó» a Madrid a proseguir las reformas que ya están en marcha, esto es, en el mercado laboral y en el sistema de pensiones.

Rehn reservó una evaluación parecida para Portugal, que con Grecia y España representan a ojos de los mercados los paí­ses con mayores problemas para hacer frente a sus déficits presupuestarios, que se dispararon con los planes de rescate adoptados durante el estallido de la crisis económica mundial.

Pero la hora del rigor presupuestario, después de varios años en que Europa vivió por encima de sus posibilidades a base del endeudamiento, según los analistas, parece haber llegado para la mayorí­a de los miembros de la UE.

La canciller alemana, Angela Merkel, presentó el lunes un plan con el que la primera economí­a de la Eurozona pretende ahorrar más de 80.000 millones de euros de aquí­ a 2014, el recorte más severo desde la Segunda Guerra Mundial.

Al margen de la zona euro, Gran Bretaña avisó el lunes a sus ciudadanos de que se avecinan «tiempos dolorosos» para sanear las finanzas públicas.

Para acompañar esos esfuerzos, los ministros de Finanzas de la UE acordaron crear nuevas sanciones que permitirán a Bruselas intervenir contra los paí­ses demasiado endeudados, si bien estas medidas todaví­a están por definir.

Señal de que la Comisión Europea tampoco está dispuesta a permitir nuevos casos de falsificación o exageración de los datos fiscales que ofrecen los paí­ses, como pasó recientemente con Grecia, Rehn anunció que estudia enviar «próximamente» una misión de investigación a Bulgaria, al tener «algunas inquietudes respecto a sus estadí­sticas».

Esa misión estarí­a enmarcada en las nuevas prerrogativas atribuidas el martes a la oficina europea de estadí­sticas Eurostat, que a partir de ahora podrá realizar visitas a los paí­ses y acceder a «toda la información que estime necesaria» para comprobar la fiabilidad de los datos fiscales.

Los planes de rigor, destinados a calmar a los mercados que en las últimas semanas se ensañaron con las bolsas europeas y el euro, actualmente en sus niveles más bajos en más de cuatro años, en torno a 1,19 dólares, suscitan malestar social, al afectar a sectores especí­ficos como los funcionarios y los pensionistas.

En España, los funcionarios estaban llamados a la huelga este martes, con manifestaciones en todo el paí­s, contra la rebaja salarial para el sector dispuesta por el gobierno socialista, que podrí­a ser seguida de una huelga general si éste aprueba en los próximos dí­as su reforma laboral sin el acuerdo de los sindicatos.