Leyenda en el Liverpool, decepción en Inglaterra: el volante Steven Gerrard, nuevo capitán de Inglaterra tras la baja por lesión de Rio Ferdinand, tiene un mes, durante la Copa del Mundo-2010, para cambiar la opinión de sus compatriotas sobre su grandeza.
«Este podría ser mi último Mundial», reconoce el capitán de los «Reds». «Treinta años, es la edad en la que se hace el balance sobre el éxito o no en el plano internacional. Lo que uno quiere evitar, es abandonar la elite sin haber hecho nada», agrega Gerrard.
En una década en la selección, jamás tuvo el mismo peso específico en el Liverpool que en los «Pross», lo que se comprueba con un simple repaso por su camino en las grandes citas.
En la Eurocopa-2000, poco después de su debut internacional contra Ucrania, Gerrard casi no jugó, deprimido por estar lejos de Liverpool por primera vez en su vida. Luego, se perdió el Mundial-2002 por lesión.
Al igual que en la Eurocopa-2004, el centrocampista estuvo perturbado en el Mundial-2006 por las tentativas del Chelsea de reclutarlo.
«Cada vez que entraba a mi habitación, me torturaba pensando qué debía hacer, si quedarme en Liverpool o ir al Chelsea. Eso pudo haberme cansado psicológicamente», reconocía el jugador.
Introvertido, el volante asegura que no va a dejarse «caer en la trampa ahora, cuando Jose Mourinho, nuevo entrenador del Real Madrid, parece renovar su interés en él, al tiempo que el Liverpool va camino a tocar fondo.
Tras una temporada sin logros, Gerrard, designado hace un año como mejor jugador de la Premier League, deberá convencer a los hinchas de que su mal año fue sólo una excepción.
«Fue una temporada difícil, tanto en el plano personal como para todo el equipo», afirma Gerrard.
Si bien fue designado capitán de la selección de Inglaterra por Fabio Capello, tras quitarle la cinta a John Terry por el escándalo de infidelidad con su compañero Wayne Bridge y luego perder a Ferdinand por lesión, el italiano aún no encuentra la función correcta de Gerrard en los Pross.
Durante las eliminatorias, Gerrard jugó volcado por la banda izquierda, complementándose con el volante Frank Lampard por el centro.
Pero no es una posición que agrada particularmente a Gerrard y, encima, la lesión que impide jugar a Gareth Barry podría inclinar a Capello a usar al hombre fuerte del Liverpool como un nexo entre defensa y mediocampo, cumpliendo un papel más defensivo.
Cuando se recupere Barry, Capello podría volver a ponerlo más arriba, como lo hace en el Liverpool, asistiendo al delantero español Fernando Torres o a su amigo Wayne Rooney en la selección inglesa.
«Prefiero cuando está cerca del área», confió recientemente Capello, más allá de que en la práctica del lunes lo usó como escoba para limpiar espacios vacíos entre mediocampo y defensa.
En los amistosos de preparación contra México y Japón, Gerrard jugó suelto, aportando dinámica a un equipo frío que necesitaba magia, esa que debe expresar Gerrard en los «Pross» para cambiar la opinión pública de él cuando se pone la casaca de su selección.
Su primer desafío es el sábado, contra Estados Unidos, por los puntos.