Vuelve al ruedo Tevez, el «Torito de las Pampas»


Carlos Tévez (I), delantero de la Selección Argentina. FOTO LA HORA: AFP DANIEL GARCIA

Sólo falta una última señal del DT Diego Maradona para confirmar que Argentina le jugará a Nigeria el sábado, por el Grupo B del Mundial de Sudáfrica-2010, con un tercer delantero, Carlos Tevez, el mimado de la gente o el «Torito de Las Pampas» por í­mpetu y coraje.


«Tevez es como un hijo para mí­. Desde el momento en que lo conocí­ sentí­ eso. Tiene hambre y pasión de fútbol», ha declarado Maradona del hombre que con su tenacidad taurina se acoplará a Lionel Messi y Gonzalo Higuaí­n en el ataque.

Con nueve goles marcados con la camiseta de la selección mayor y campeón olí­mpico en los Juegos de Atenas-2004, Tevez lleva como marca en la orilla su pertenencia a las capas populares y se convierte en í­dolo en cuanto club juega.

«En la selección yo juego por amor a la camiseta y no por el dinero. Amo esta camiseta, a mi paí­s y a mi gente. Me importa un «huevo» (nada) la plata, porque la gano en Europa», dijo el atacante que triunfó en Boca Juniors de Argentina, Corinthians de Brasil y Manchester City de Inglaterra.

Su í­ntima relación con el público brota de la empatí­a natural que provoca este hombre que nació hace 26 años en un populoso vecindario periférico de Buenos Aires llamado «Fuerte Apache».

Bautizado el «Apache» por aquella cuna humilde, mezcla de gente trabajadora con otra de mala vida, su popularidad pudo medirse la tarde en que Argentina abrió en Pretoria por primera vez las puertas de la concentración a miles de hinchas, que aumentaban el griterí­o y el murmullo cuando tocaba la pelota.

«Uno no se puede abstraer de eso (…) Ellos me quieren a mí­, como yo los quiero a ellos. Quizá sea por mi forma de jugar, por mi origen… No sé, lo de la gente es impresionante», aseguró el jugador que fue el mayor artillero en Atenas-2004 con ocho goles, uno de ellos en la final a Paraguay (1-0).

Pero su lugar en la selección estaba en duda ultimamente, luego de anunciar Maradona de viva voz que plantearí­a un dispositivo táctico de 4-4-2, con dos intocables en la ofensiva como Messi e Higuaí­n.

«El jugador tiene la esperanza de demostrarle al técnico que puede estar y él tiene que estar mirando a todos. Tenemos grandes jugadores, tenemos que lograr hacer un buen equipo. Yo no me siento titular, para nada», habí­a señalado Tevez cuando la tendencia táctica parecí­a indefinida.

El viento, sin embargo, empezó a cambiar de dirección, tal vez influido Maradona por lo que serí­a el pecado de dejar afuera a un jugador con semejante motivación, capaz incluso de sacrificarse por la recuperación de la pelota.

«Yo me veo titular. Vengo por el hambre de gloria que tengo, ese que hace mucho tiempo no sentí­a», reconoció a la prensa cuando pudo saberse que Maradona cambió de idea detrás de los telones de lona que esconden los entrenamientos argentinos en el Centro de Alta Perfomance de la Universidad de Pretoria.

La última palabra, no obstante, no ha sido dada y Tevez también compite de hecho contra Diego Milito, supercañonero y coronado en la Liga de Campeones con dos goles para el Inter (2-0) en la final contra el Bayern Munich.

Tevez no fue menos en Manchester City, con dos 23 goles marcados en la liga inglesa sobre un total de 30 que celebró este año.

«Hoy, yo ya sé lo que significa jugar una Copa del Mundo (tras Alemania-2006) (…) Conozco los secretos, qué tengo que hacer bien y qué errores no debo cometer. Crecí­, pasé etapas que me curtieron como persona y como jugador», dijo el «Torito» a punto de saltar al ruedo.