Principió la mesa de discusión sobre la iniciativa de ley de Desarrollo Rural Integral, en el Congreso de la República de Guatemala, donde las organizaciones participantes mostraron desaliento porque no contiene planes de emergencia ante desastres.
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Julio Curruchiche, coordinador general del Foro Maya, subrayó que el país maneja un concepto erróneo de desarrollo en cuanto al uso del suelo, el que es utilizado para construir edificios y urbanizar.
Esa cultura ha traído consecuencias al cambio del clima sumado al desinterés del Organismo Ejecutivo a pesar que desde 1972 hubo advertencia sobre la vulnerabilidad de estos países, contenido en el convenio del Cambio Climático y Desertificación de la ONU.
Pedro Muadi, de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), dijo que esa clase de peligros no está tipificada o contemplada en el texto de la iniciativa.
«Si tuviéramos una gestión de riesgo bien estructurada, a la hora de estos desastres podríamos responder muchísimo más rápido», opinó Muadi.
SIEMPRE
Omar Gerónimo, de Alianza para el Desarrollo Rural Integral, refuerza esa opinión, pero no solo de las catástrofes recientes sino también las del pasado que crearon un proceso de desigualdad y diversas formas de vivir en las comunidades.
No está contemplada la producción agrícola en potencia sumado al problema que el escaso porcentaje de tierra con vocación agrícola es utilizada para grandes cultivos de banano, café y caña de azúcar, destacó Julio Curruchiche.
La iniciativa de ley de Desarrollo Rural Integral es observada con la misma visión agrarista y con menos inversión en el área rural que no resuelve los problemas de desigualdad, indicó Omar Gerónimo.
El representante de la CIG opinó que el texto revisado está lleno de inconstitucionalidades, desde la violación del concepto de propiedad privada hasta la duplicación de funciones de las carteras existentes, ya que buscarían crear un ministerio nuevo de Desarrollo Rural Integral.