Quizás no estoy arando en el mar -IV-


Para quienes no hayan leí­do los artí­culos anteriores de esta serie les explico que con motivo de un editorial del licenciado Oscar Marroquí­n Godoy (OMG), en el que comenta un proyecto de iniciativa de ley que presenté al Congreso de la República, en el mes de abril del presente año, no para introducirle algunas reformas cosméticas a la lesiva Ley de Minerí­a vigente, sino para derogarla y sustituirla por otra que proteja los intereses nacionales, decidí­ agradecerle la atención que le dispensó a mi iniciativa. Le reconoció méritos y aciertos, pero en el fondo la considera utópica, razón por la cual intituló su editorial «Poncho Bauer sigue arando en el mar». Pero como un bloque de diputados está ya estudiando mi iniciativa, posiblemente la apoye. Por eso estos escritos les denomino «Quizás no estoy arando en el mar».

Alfonso Bauer

Anteriormente, ya informé a los lectores de las buenas relaciones que hemos mantenido Oscar Marroquí­n Rojas, viejo amigo, Seco, el jovial, y su hijo, jurista y también periodista, OMG, quien fuera sobresaliente estudiante, y mi ex prestigioso alumno. Asimismo, habí­a relatado cómo, en 1945, el presidente Arévalo, de acuerdo con dirigentes del partido polí­tico al que yo pertenecí­a, con habilidad me solicitaron pasar del Congreso de la República al Ejecutivo como subsecretario del Ministerio de Economí­a y Trabajo, siendo ministro el licenciado Clemente Marroquí­n Rojas, quien me encargó yo me ocupase de las cuestiones de trabajo y previsión social y él de las de la economí­a. Al poco tiempo surgió un conflicto en la fábrica de Cementos Novella, y yo para ocuparme del caso, que se trataba de la suscripción de un Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo, entre el Sindicato de la Empresa y la Patronal. Inmediatamente me puse a investigar cuál era la capacidad económica de la empresa demandada y encontré en el Archivo del Ministerio un estudio sobre ese tema, realizado durante el perí­odo en que fue ministro, el doctor Manuel Noriega Morales, fundador del Ministerio y del Banco de Guatemala. Le di copia del mismo al Sindicato que demandante, a fin de que el pliego de peticiones pudiese ser aceptado por la empresa, pues el Estudio concluí­a afirmando: Cementos Novella, no sólo puede duplicar los salarios, sino deben reducir a la mitad el precio del cemento, porque aún así­, realiza utilidades tan pingí¼es, que cualquier corporation estadounidense, envidiarí­a lograr.

Los directivos de la empresa se enteraron de mi actuación y se quejaron con el licenciado Marroquí­n Rojas y él, en vez de objetar administrativamente mi comportamiento, me apostrofó tan severamente que, en acusación escrita en La Hora, me imputó haber cometido el delito de infidelidad en la custodia de documentos públicos y yo le respondí­ que la Constitución de la República disponí­a (Art. 53). «Todos los actos administrativos son públicos (…) salvo (…) los asuntos diplomáticos u operaciones militares». De manera que no habí­a cometido ese delito.

Ante la situación embarazosa para mí­, pedí­ audiencia al presidente Arévalo, quien no me la concedió y me retiré del Ministerio. E inmediatamente, el Ministro, también en el diario La Hora, me atribuyó, esta vez conforme a derecho haber cometido el delito de Abandono de Empleo.

Y como veinte años después tuve otro enfrentamiento periodí­stico con el licenciado Clemente Marroquí­n Rojas por desacuerdos sobre polí­tica laboral y él en su adversidad a mi persona, llegó a ofender la memoria de mi padre, el periodista Carlos Bauer Avilés y yo iba a responderle, cuando mi hermano mayor, médico ginecólogo, que habí­a asistido a varias de las madres de nietecitos y nietecitas suyas, me dijo: «No vayas a responderle a Don Clemente, yo voy a ir hablar con él y preguntarle por qué, si la controversia es contigo, deshonra la memoria de nuestro padre». Y, el licenciado Marroquí­n Rojas, apenado y atentamente, le dijo: «Es que su hermano me saca de quicio». Y a los pocos dí­as, escribió un editorial rectificando sus alusiones a nuestro progenitor. (continuará)