Por error no pierde fe en sí­ mismo


Martin Hansson, el árbitro de la polémica de la mano de Thierry Henry. FOTO LA HORA: AFP NATALIA KOLESNIKOVA

Quien no vio la mano de Thiery Henry contra la selección de Irlanda en las repescas para el Mundial fue el árbitro sueco Martin Hansson, conocido en todo el planeta y quien tiene opciones de esta en Sudáfrica-2010, donde tratará de probar que sigue creyendo en sí­ mismo.


«Lo más importante, es creer en lo que uno hace, dudar no es un muy buen deporte», dice Hansson en declaraciones a la AFP, con voz tranquila y una mirada franca.

El sueco estuvo en el centro de la polémica clasificación de Francia para la cita mundialista después de no haber visto como Henry controló dos veces el balón con la mano para facilitar el gol galo que supuso que la selección que dirige Raymond Domenech lograra su billete para el torneo.

Pero Hansson sigue entero. «Si siempre se escucha a los que te dicen que te retires, todos habrí­amos abandonado el arbitraje desde hace mucho tiempo», comentó sonriendo. «No, no me gusta vivir peligrosamente. Me gusta este bonito deporte y mi deber es protegerlo», mantiene.

Tras el terremoto desencadenado por la mano de Henry, el sueco se encuentra al nivel más alto mundialmente, en el lujoso complejo hotelero de Kievits Kroons, formado por pequeñas casas blancas con un césped impecable, situado en las afueras de Pretoria.

«Un árbitro no puede tomarse la revancha. Guardo mi confianza en lo que veo en el terreno de juego y debo tomar una decisión con mis ojos», afirma.

Hansson no ha sido designado para arbitrar los primeros 16 partidos del Mundial pero puede formar parte de la segunda hornada de colegiados nombrados. Hay 29 trí­os arbitrales en el Mundial, de los cuales cinco serán designados en el último momento.

Martin Hansson dice estar «preparado» por si le llaman. «Estas cosas pasan, los árbitros siempre cometen errores y siempre los cometerán. Trabajamos al 100% para no cometerlos, pero también somos seres humanos», destacó, aludiendo a la mano de Henry.

Un hecho que le ayudó a superar su actuación en el Francia-Irlanda fueron las «imágenes que mostraban que no podí­a ver la acción». «Pero claro que me afectó mucho cuando ví­ el error que era, pero debo creer en mí­, y si uno ve los otros 119 minutos, no hay problema», destacó.

En pleno debate tras la polémica mano de Henry, Hansson sigue oponiéndose al arbitraje con ví­deo. «Como árbitro y aficionado, no pienso que la tecnologí­a sea la solución, porque a veces, incluso con el ví­deo, no se puede decir si la decisión tomada es la buena».

«Puede ocurrir que veamos imágenes apoyándonos en el ví­deo, en concentraciones de árbitros como ésta y el 50% de entre nosotros piensa que hay falta, y puede que tarjeta roja, y el 50% piensa que no hay nada», argumenta sobre la acción del delantero francés.

Según él, todo «depende del ángulo de la cámara».

«Sueño con un partido sin amonestaciones, con muchos goles, sin discusiones», asevera el sueco. «El sentimiento tras un partido así­ es más fuerte tras una victoria que cuando era jugador (aficionado), pero si uno ha cometido un error, es peor perder un partido como jugador», concluye.