Ambientalistas guatemaltecos deploraron ayer la negativa del presidente ílvaro Colom a detener la explotación de minas de oro y plata que afecta a 18 comunidades indígenas, según una petición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Estamos repudiando la actitud del presidente Colom, para nosotros es una muestra de irresponsabilidad y una postura grave ante los pueblos mayas», dijo a la AFP la delegada del Consejo de Pueblos de Occidente, quien protestaba frente a Casa Presidencial, en el corazón del centro histórico capitalino.
Colom aseguró el pasado martes que no suspenderá la actividad minera a cargo de la empresa canadiense GoldCorp, en el oeste del país, debido a que la CIDH se basó en estudios realizados en 2005.
Según esos informes, presentados por indígenas al organismo interamericano, la explotación de las minas en los municipios de Sipacapa y San Miguel Ixtahuacán ha producido contaminación ambiental que afecta a sus comunidades.
Basada en esos estudios, la Comisión, ente independiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), otorgó el 21 de mayo medidas cautelares a las 18 comunidades indígenas y señaló que Guatemala debe detener las actividades de la minera en esa zona hasta tanto se estudie a fondo la denuncia.
Los indígenas también entregaron un memorial al presidente que tiene el respaldo de 139 organizaciones internacionales y nacionales donde exigen el cumplimiento de las medidas cautelares.
Las firmas corresponde a 107 organizaciones de América del Norte y Europa, y 32 de Guatemala y países del Suramérica.
Datos del Ministerio de Energía y Minas indican que en Guatemala existen autorizadas un total de 416 licencias tanto para minas que realizarán la extracción de materiales de construcción, como de metálicos y no metálicos.
No obstante, los conflictos más significativos se encuentran en una mina de GoldCorp, así como en la construcción de una cementera en la periferia oeste de la capital guatemalteca.