El Papa llama al diálogo


El Papa celebró misa masiva en Nicosia, Chipre. FOTO LA HORA: AFP ALBERTO PIZZOLI

El papa Benedicto XVI hizo hoy en Nicosia un llamado al diálogo entre religiones cristiana y musulmana en el segundo dí­a de su visita a Chipre, isla del Mediterráneo dividida desde hace 36 años entre comunidades ortodoxas al sur y musulmanas al norte.


En un momento en que los escándalos de pedofilia en el seno del clero sacuden a la Iglesia Católica desde hace varios meses y las revelaciones de abusos cometidos por religiosos contra niños se multiplican en el mundo, el Papa también subrayó la necesidad de «sacerdotes buenos y santos».

«La Iglesia adquirió una consciencia renovada de la necesidad de sacerdotes buenos, santos y bien formados», dijo Benedicto XVI al reunirse con la pequeña comunidad católica de la isla en una escuela maronita de la capital.

El 27 de mayo, Benedicto XVI habí­a condenado esos hechos de pedofilia estimando que son un «motivo de escándalo» que debe llevar a «aprender de nuevo la penitencia» y «aprender por una parte el perdón y del otro la necesidad de justicia».

Pero en la isla, dividida desde 1974 entre comunidades turcochipriota al norte y grecochipriota al sur, el Papa también insistió en la importancia del diálogo entre las religiones, estimando que «queda mucho por hacer aún en el mundo».

«Sólo con un trabajo paciente puede construirse la confianza mutua, puede superarse el peso de la historia pasada y las diferencias polí­ticas y culturales entre los pueblos pueden convertirse en una razón para trabajar en una comprensión más profunda», indicó durante el encuentro la escuela Santo Maron de Anthupolis, un barrio de Nicosia.

«Os aliento a favorecer la creación de tal confianza mutua entre cristianos y no cristianos, como una base para fundar una paz duradera», agregó.

Unas 2.000 personas, sobre todo chipriotas de confesión maronita, estaban congregadas en el patio del colegio.

La visita del Papa habí­a provocado airadas crí­ticas de parte de algunos responsables de la comunidad ortodoxa que incluso llamaron a boicotear las ceremonias oficiales. Fueron llamados al orden por el jefe de la Iglesia Ortodoxa chipriota, el arzobispo Chrysostomos II.

El viernes, en el avión que lo llevaba a Chipre, Benedicto XVI habí­a afirmado ya que «hay que ser capaz de dialogar con nuestros hermanos musulmanes y proseguir este diálogo para una coexistencia aún más fructuosa».

El sábado en la tarde, el Papa podrí­a reunirse con el jefe de los musulmanes chipriotas turcos, el Mufti Yusuf Suicmez, que pidió esta entrevista: «hay una posibilidad concreta de que se reúnan», dijo el viernes a la prensa el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

El Papa también llamó a los católicos al diálogo ecuménico, destacando que «la búsqueda de una mayor unidad en la caridad con los otros cristianos» es una «parte esencial» de la misión de su Iglesia.

El Papa fue invitado a la isla por el presidente Demetris Christofias, y por el arzobispo Chrysostomos II, que lo recibió en el arzobispado a media jornada.

El objetivo oficial del viaje es la entrega el domingo por Benedicto XVI al Consejo Presinodal del documento de trabajo para el sí­nodo sobre Medio Oriente de octubre en el Vaticano.

Según el Papa, este sí­nodo «reflexionará sobre el papel vital de los cristianos en esta región (…) y contribuirá a promover una mayor cooperación entre los cristianos de la región.