Las fuerzas israelíes abordaron hoy el buque mercante «Rachel Corrie», que se dirigía con ayuda humanitaria a Gaza, y tomaron el control del barco sin violencia, anunció el ejército, cinco días después del sangriento asalto a la flotilla internacional donde mataron a nueve civiles.
El ejército israelí anunció que sus tropas habían subido al navío «con la total conformidad» de sus tripulantes y pasajeros, sin que ninguna de las dos partes recurriese a la violencia.
«Nuestras fuerzas abordaron el barco y tomaron el control sin que los miembros de la tripulación ni los pasajeros presentaran resistencia. Todo se desarrolló sin violencia», declaró la portavoz militar Avital Leibovitz.
El abordaje tuvo lugar en aguas internacionales, precisó la portavoz. La zona de exclusión marítima de la franja de Gaza decretada por Israel es de 20 millas (37 km).
El «Rachel Corrie», con 15 personas a bordo, en su mayoría militantes irlandeses y malasios, estaba siendo escoltado al puerto meridional israelí de Ashdod, desde donde la ayuda humanitaria debía ser transportada a Gaza por vía terrestre, precisó el ejército.
La decisión de abordar el «Rachel Corrie», que llevaba mil toneladas de material humanitario según los organizadores, fue tomada después de que el mercante se negase a obedecer a cuatro llamamientos para que cambiase de rumbo y se dirigiese a Ashdod en lugar de a la franja de Gaza, sometida desde 2007 al férreo bloqueo de Israel.
Israel había advertido por radio al navío de que lo abordaría si no cambiaba de rumbo.
El ministerio irlandés de Relaciones Exteriores confirmó haber sido «informado por las autoridades israelíes de que el buque mercante había sido interceptado, que el ejército israelí está a bordo y que el navío se dirige a Ashdod». No hubo «ni violencia, ni heridos», agregó un portavoz.
El «Rachel Corrie», fletado por una organización irlandesa propalestina, tenía que formar parte inicialmente de la flotilla internacional de ayuda humanitaria para Gaza que fue asaltada el lunes por comandos israelíes en una violenta operación donde mataron a nueve civiles.
Entre los pasajeros del mercante figuraban la irlandesa Mairead Maguire, de 66 años, premio Nobel de la Paz, y un ex alto cargo de la ONU, Denis Halliday.
«Los activistas a bordo serán recibidos por los servicios de la inmigración israelí y enviados por avión a sus países de origen lo antes posible», informó el ministerio israelí de Relaciones Exteriores.
Mientras tanto en la ciudad Gaza, una multitud había comenzado a reunirse en el puerto en espera de la llegada del barco, con la esperanza de que ésta pusiese fin a un bloqueo israelí que dura ya casi cuatro años.
«Muchos barcos más serán enviados a Gaza por organizaciones de solidaridad internacional en las próximas semanas en nombre de la justicia y de los derechos humanos», afirmó Ahmed Yussef, viceministro de Relaciones Exteriores del gabinete de Hamas que gobierna el enclave.
Yussef, que también dirige el comité gubernamental para la ruptura del bloqueo, calificó la interceptación del «Rachel Corrie» de «violación mayor a las leyes navales» y de «crimen contra la comunidad internacional».
El lunes pasado, antes del amanecer, comandos de Marina israelíes lanzaron un asalto en aguas internacionales contra una flotilla humanitaria internacional formada por seis barcos que llevaba varios centenares de militantes propalestinos y toneladas de ayuda a la franja de Gaza.
En el ataque contra el transbordador turco «Mavi Marmara», el más grande de los navíos, en el que viajaban a 600 personas, las tropas israelíes mataron a nueve civiles, ocho de nacionalidad turca y un estadounidense de origen turco.
El incidente sumió a Israel, bajo una avalancha de críticas internacionales, en una grave crisis diplomática y provocó la cólera de Turquía.