Benedicto XVI inicia visita


Benedicto XVI llegó hoy a Paphos (sur de Chipre) comenzando su primera visita a un paí­s ortodoxo, así­ como la primera visita de un Papa a esta isla en las puertas de Medio Oriente llamando a no perder nunca la esperanza en la búsqueda de la paz.


A comentar el asalto lanzado el 31 de mayo por el ejército israelí­ contra una flotilla de ayuda para Gaza, que dejó nueve muertos entre los pasajeros de uno de los barcos, el Sumo Pontí­fice dijo a la prensa a bordo del avión que lo llevaba a Chipre que no habí­a que perder nunca la esperanza en la paz.

«En todos los episodios que estamos viviendo, siempre existe el peligro de perder la paciencia y de decir «ya no puedo buscar la paz»», dijo Benedicto XVI al responder a preguntas de periodistas comunicadas con antelación.

«Después de cada caso de violencia, no hay que perder la paciencia ni el coraje», sino buscar la manera de «empezar de nuevo, con la certeza de que se puede avanzar y alcanzar la paz», agregó.

La paz «no llegará de un dí­a para otro» y para alcanzarla «es muy importante no sólo realizar las polí­ticas necesarias, sino preparar sobre todo a los hombres para que sean capaces de cumplir con los pasos polí­ticos necesarios a la apertura interior hacia la paz», prosiguió.

El objetivo oficial de este viaje es que Benedicto XVI entregue el domingo a los 12 miembros del Consejo para la Preparación del Sí­nodo el documento de trabajo para el sí­nodo sobre Medio Oriente programado del 10 al 24 de octubre en el Vaticano.

Dicho texto califica a la ocupación israelí­ de «injusticia polí­tica impuesta a los palestinos», según extractos revelados el martes por los medios de comunicación italianos.

Cuando llegue a Paphos, el Papa, de 83 años, bendecirá un olivo plantado a la entrada del aeropuerto y participará en una «celebración ecuménica» en la Iglesia de Agia Kyriaki Chrysopolitissa.

El sábado y el domingo, el sumo pontí­fice se encontrará en Nicosia, la capital de la isla, donde celebrará dos misas.

Su desplazamiento está ensombrecido por la muerte el jueves del jefe de la Iglesia católica en Turquí­a, Monseñor Luigi Padovese, supuestamente asesinado por su chofer, un turco de 26 años. De acuerdo con la prensa, el presunto asesino dijo a la policí­a que actuó después de haber recibido una «revelación» divina.

A su llegada a Chipre, el Papa dijo que esperaba que «el deseo de vivir en armoní­a con vuestros vecinos» pueda resolver los problemas «pendientes» en la isla, dividida desde hace 36 años entre las comunidades chipriotas griega y turca. El jefe de la Iglesia católica no visitará la parte norte, ocupada por Turquí­a.

La visita papal provocó las crí­ticas de algunos responsables de la comunidad ortodoxa, que fueron amonestados por el jefe de la Iglesia ortodoxa chipriota, el arzobispo Chrysostomos II.

Unos mil policí­as fueron desplegados para garantizar la seguridad de su visita.

En esta isla de numerosas minorí­as también es «posible» un encuentro con los responsables musulmanes, según el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.