Un joven guatemalteco de 14 años asegura que la Virgen le anunció en sueños las tragedias que iba a sufrir Guatemala con la erupción del volcán de Pacaya y la tormenta Agatha, que han dejado una estela de muerte y destrucción, lo cual será investigado por autoridades eclesiásticas.
«Ella (la Virgen) se me aparece en los sueños y el jueves me dijo que venían grandes cosas y por eso pasó lo del volcán y lo de la tormenta», aseguró a la AFP Juan Carlos Ramos, un muchacho tímido que se frota las manos nerviosamente mientras habla.
«La Virgen también me dijo que está muy triste por las personas inocentes que murieron», agrega este joven en el pequeño patio de su precaria vivienda, ubicada en el fondo de un barranco de unos 100 metros de profundidad, al que sólo se puede llegar descendiendo por una maltrecha vereda de un metro de ancho.
El 14 de febrero pasado, día de la amistad y el amor, Juan Carlos obsequió a su madre una imagen en yeso de la Virgen de Guadalupe.
Colocada en el centro de un pequeño altar en la vivienda, la cara y parte del pecho de la imagen, de 25 centímetros, están manchados de rojo, lo que la familia interpreta como una prueba de que la virgen llora sangre, un fenómeno que, afirman, se produjo 15 días después de haber sido llevada a ese domicilio.
Casi en simultáneo, el adolescente comenzó a tener sueños en los que la «Virgen Morena» de México lo llamó Juanito y lo designó su mensajero, afirma con absoluta seguridad su abuela materna, Concepción Salazar.
Sin embargo, el acontecimiento no fue bien recibido por los vecinos de este empobrecido asentamiento, ubicado en la periferia de la capital guatemalteca, porque lo han interpretado como una burla en su contra, ya que «la mayoría son evangélicos», reconoció Salazar, de 73 años.
El cardenal católico guatemalteco Rodolfo Quezada comentó a periodistas locales que está enterado del acontecimiento y que se iniciará una investigación.
«La Iglesia Católica iniciará las investigaciones sobre la imagen que apareció; esperamos que esta señal de milagro sirva de acercamiento del pueblo guatemalteco con la fe espiritual», estimó el también Arzobispo capitalino.
Los guatemaltecos están sumergidos en una crisis a causa de la tormenta tropical Agatha, la primera del año, y la erupción del volcán de Pacaya, 50 km al sur de la capital, que han dejado casi 160 muertos y decenas de miles de damnificados.