Las autoridades trabajan para reconstruir los daños causados por el paso de la tormenta tropical Agatha, pero según el presidente ílvaro Colom estos problemas son los mismos que ocurrieron durante los efectos del Stan y analistas critican que no haya planificación de la población desde hace muchos años, mientras que los daños continúan siendo los mismos.
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Durante la transmisión del programa semanal de la Presidencia, esta mañana Colom citó una anécdota y dijo que cuando colaboró tras la tragedia del Stan, había visto una mujer afectada en una comunidad y ahora por los efectos de Agatha volvió a ver a la misma mujer en la misma comunidad afectada.
Esta situación revela que la misma estructura del país es la que está sufriendo los daños tras el huracán Mitch de 1998, también con el paso del Stan en el 2005 y ahora con la primera tormenta tropical del pacífico Agatha, donde se han visto los mismos daños en los mismos lugares.
Guatemala registró en el 2005 una de las peores tragedias durante la época lluviosa con la tormenta Stan, que dejó alrededor de 2 mil muertos y muchos desaparecidos, además 3,5 millones de damnificados y un aproximado de mil 359 millones de dólares en pérdidas económicas.
Diario La Hora hizo pública la voz de alerta en su momento y fueron reportados los daños del huracán Stan que fue la decimoctava tormenta tropical y el décimo huracán de la temporada de huracanes del Océano Atlántico en ese año.
Ahora, los desastres provocados por el paso de la tormenta tropical Agatha todavía son incalculables, puesto que las autoridades trabajan en el rescate de víctimas y en llevar comida a los damnificados que sobrevivieron, pero quedaron sólo con lo que tenían puesto.
Sin embargo, analistas critican que los problemas estructurales del país no han sido reparados y la reconstrucción post Stan no se terminó por completo. Después del paso de Stan, el Gobierno del presidente Oscar Berger estableció la creación de 87 centros urbanos nuevos para trasladar a 7 mil 911 familias, pero según datos publicados meses después, más de 2 mil 800 todavía vivían en albergues temporales.
PROBLEMAS
«En primer lugar tenemos muchos problemas con el crecimiento de la ciudad que genera presión sobre los servicios y hay que hacer un trabajo de planificación», señaló Eduardo Velásquez, profesor e investigador del Centro de Estudios Urbanos y Rurales de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Velásquez refirió que debe existir una ley generalizada para establecer los lugares para las colonias y la estructura de las mismas, porque tenemos muchas más catástrofes, porque muchos asentamientos se establecen en regiones de mucha vulnerabilidad.
También dijo que no se tienen los cuidados mínimos de la gestión humana y hay autorización de obras sin que se haga un estudio en los drenajes, además criticó que las obras públicas no tienen una supervisión adecuada y el Estado tendría que hacer investigaciones de calidad para evitar que vuelvan a ser dañadas.
PROBLEMA HISTí“RICO
Los daños son causados constantemente y no hay una planificación de Estado que tenga el cuidado de evitar que más personas estén en riesgo y las políticas que hay creadas fueron bajo la administración de Manuel Colom Argueta, asesinado el 22 de marzo de 1979.
«Tenemos desde el tiempo que lo asesinaron hasta aquí de retraso en planificación», criticó Rony Escobar del Movimiento Guatemalteco de Pobladores, quienes presentaron el año pasado junto a la universidad de San Carlos una iniciativa de ley para mejorar el ordenamiento territorial.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, próximo a celebrarse, entidades campesinas y católicas manifestaron su preocupación por las grandes cantidades de deforestación que sufre el país actualmente, ya que manifestaron que estas actividades contribuyen a los deslizamientos de tierra y derrumbes a gran escala.
«Los árboles contribuyen a que no sucedan los deslizamientos de tierra, ya que las raíces absorben el agua y no permiten que se afloje y se produzcan los grandes movimientos de tierra, como sucedió en estos días por la tormenta Agatha», dijo Armando Gonzáles del Consejo Ecuménico.
«La erupción repentina del volcán de Pacaya es también parte del cambio climático que esta afectando a todo el mundo y los deslaves del coloso son consecuencia de la tala inmoderada de árboles», finalizó Gonzáles.