Rafael Nadal (N.2) venció por 7-6 (7/2), 7-6 (7/3) y 6-4 a Nicolás Almagro (N.19), hoy en un parejo duelo fratricida español de cuartos de final del Abierto de tenis de Francia, jugado en el court central Philippe Chatrier de Roland Garros.
«Estoy muy contento por haber ganado este partido, porque Nicolás está haciendo una gran temporada este año. Estar de nuevo en semifinales después de haber perdido el año pasado es algo magnífico (…) Fue un partido muy duro, yo empecé algo nervioso», se congratuló «Rafa» saliendo de la cancha.
Con esas declaraciones Nadal dejaba atrás por el momento el mal sabor de boca de la derrota en la edición 2009 ante Robin Sordeling (N.5), potencial rival en la final de ésta.
En seis partidos anteriores entre estos dos jugadores, Nadal y Almagro, casi de la misma edad (24 años), el manacorí siempre se impuso. Una de ellas fue, precisamente, en la misma instancia de la edición 2008 del torneo del Grand Slam que se juega sobre tierra batida.
En semifinales, Nadal jugará ante el austríaco Jurgen Melzer (N.22) que, contra pronóstico derrotó por 3-6, 2-6, 6-2, 7-6 (7/3) y 6-4 al serbio Novak Djokovic, tercer favorito de la competición y jugador mundial, en un larguísimo partido que duró 4 horas y 16 minutos, disputado en el court Suzanne Lenglen.
Almagro, N.22 de la clasificación ATP, llegaba a este encuentro con muchas ganas de ganarlo y mucho ánimo, dado que desde las semanas anteriores venía desplegando su mejor juego. Aunque, recientemente, en semifinales del torneo Masters 1000 de Madrid, el balear lo derrotara en tres sets.
Así, en la primera manga, el murciano pegó primero y, con un muy buen tenis hizo el «break» a Nadal en 2-0.
Así siguieron, con intercambios de muy buena factura, hasta que la inflexión la logró el tetracampeón en París (2005 a 2008) en (2-3) y, tras seguir igualados hasta llegar a la «muerte súbita», se mostró más concentrado para llevársela por 7-6 (7/2) en los 58 minutos que duró el parcial.
En el segundo set las cosas no cambiaron mucho y ambos jugadores mantuvieron su servicio hasta llegar al «tie-break», esta vez sin inflexiones. En la decisión, el de Manacor mostró toda su clase y lo cerró en 7/3 (54 minutos)
El tercero, y definitivo en este caso, tuvo la primera inflexión con el quiebre de Nadal a Almagro en 5-4, para finalizar 6-4 en 43 minutos (2 horas y 35 minutos de partido) con su segunda bola de partido.