En el marco de la tragedia humana, social y económica que sacude a Guatemala luego de la violenta erupción del volcán de Pacaya y el devastador paso de la tormenta ígatha, está cobrando fuerza la iniciativa del gobierno del presidente ílvaro Colom, de solicitar al Gobierno de Estados Unidos el status de protección temporal para los inmigrantes guatemaltecos que trabajan en aquella nación del norte.
Ese status permitiría legalizar la permanencia de nuestros compatriotas por lo menos durante un tiempo, mientras se consolidan los esfuerzos a favor de la recuperación y la reconstrucción nacional.
De esta manera se podría lograr, por ahora, el cese de las constantes deportaciones de los guatemaltecos que en su afán de alcanzar el sueño americano, se han internado y trabajan en el territorio estadounidense sin cumplir con los requisitos que exigen las autoridades migratorias.
Y es que en términos de nuestra realidad social, se debe reconocer que las remesas en dólares que los inmigrantes guatemaltecos envían mensualmente a sus familiares residentes en nuestro país, constituyen una inyección importante para la economía nacional.
Existe un antecedente en Centro América cuando en una situación parecida, la administración de Washington, favoreció en el pasado reciente con ese status, a los hermanos salvadoreños que se encontraban trabajando en Norteamérica en medio de la incertidumbre de que en cualquier momento la migra podía detenerlos y devolverlos a su país.
Para el caso de Guatemala, el arribo de nuevos deportados solo agudizará las endebles condiciones en que ha quedado el territorio nacional por la estela de destrucción y muerte que dejaron los dos desastres naturales del pasado fin de semana.
Para la reconstrucción nacional se requerirá una inversión millonaria y aunque existen ofrecimientos de apoyo por parte de la comunidad internacional, somos los guatemaltecos quienes tenemos que realizar el principal esfuerzo para salir airosos de esta tragedia que sin duda constituye una dura prueba para el pueblo de Guatemala.
El vicepresidente de la República, Rafael Espada, dijo que Guatemala está más unida en estos momentos.
En este contexto, todos los sectores sociales y políticos, deberían apoyar las gestiones del gobierno guatemalteco ante el presidente Barack Obama, para que lo antes posible sean suspendidas las deportaciones de nuestros connacionales, en consideración a los difíciles momentos que se viven en Guatemala.
Hay que impulsar una gran cruzada para sensibilizar al gobierno de la Casa Blanca, que la mejor forma de ayudar a nuestro país, es otorgar el status de protección temporal para los guatemaltecos en Estados Unidos.