Israel desafí­a la presión internacional


Niños palestinos lanzan flores al mar de la Franja de Gaza durante una ceremonia fúnebre en honor de las ví­ctimas del ataque a la flota humanitaria. FOTO LA HORA: AFP MAHMUD HAMS

Israel advirtió hoy que impedirá a cualquier barco humanitario entrar en las aguas de Gaza, un dí­a después del sangriento ataque contra una flotilla, que suscitó indignación internacional y la exigencia de una investigación por parte de la ONU.


Activistas palestinas realizan una manifestación en contra del ataque, en una protesta realizada en Ramalá, West Bank. FOTO LA HORA: AFP ABBAS MOMANI

A Israel el tiro parece haberle salido por la culata en todos los aspectos: Turquí­a, hasta hace poco su principal aliado en la zona, denunció la operación como un «ataque sangriento» que debe ser «castigado», y Egipto ordenó abrir la terminal de Rafah, el único paso de la franja de Gaza no controlado por Israel, para el enví­o de ayuda humanitaria y el traslado de enfermos.

El primer ministro israelí­ Benjamin Netanyahu, que tuvo que acortar una visita a Canadá y renunciar a un encuentro con el presidente estaodunidense Barack Obama, es esperado en Israel para contener una crisis diplomática mayor, causada por el asalto israelí­, que dejó nueve muertos.

Al mismo tiempo, la policí­a elevó su nivel de alerta para hacer frente a eventuales «disturbios» en las ciudades árabes israelí­es, tras el llamado de la mayor organización de la comunidad árabe-israelí­ a una jornada de huelga y manifestaciones.

En el ámbito internacional, los paí­ses de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) celebran el martes una reunión especial a solicitud de Turquí­a, uno de sus miembros. También se espera una reunión extraordinaria de la Liga Arabe en El Cairo. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará igualmente otro encuentro en Ginebra.

Pese a la presión internacional, Israel expresó su determinación a hacer respetar el bloqueo que impone a la Franja de Gaza desde 2007, cuando el movimiento islamista Hamas se hizo con el control de ese territorio palestino.

«No permitiremos a los barcos llegar a Gaza y abastecer lo que se ha convertido en una base terrorista que amenaza el corazón de Israel», declaró el martes el viceministro de la Defensa israelí­, Matan Vilnai.

Organizadores de la «Flotilla de la Libertad» aseguraron que están preparando el enví­o de otros dos barcos con ayuda humanitaria para Gaza.

Uno de las organizadoras, Greta Berlin, precisó sin embargo que la próxima tentativa de romper el bloqueo israelí­ no tendrí­a lugar antes de varios dí­as.

El lunes al alba, comandos de la marina israelí­ lanzaron en las aguas internacionales un asalto contra una flotilla de seis barcos, que llevaba a centenares de activistas propalestinos y toneladas de ayuda para Gaza.

Según el ejército del Estado hebreo, nueve pasajeros murieron y siete soldados resultaron heridos a bordo del ferry turco «Mavi Marmara», el mayor de los seis barcos.

Tras la masiva ola de crí­ticas internacionales contra Israel, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió el martes una investigación imparcial del hecho y exigió la liberación inmediata de los civiles detenidos.

El asalto fue además devastador para las relaciones entre Israel y Turquí­a, antaño aliados en la región. Ankara acusó a Israel de «terrorismo de Estado» y llamó a su embajador en Tel Aviv.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el martes que Israel debe ser «castigado» por la «masacre sangrienta» y advirtió al Estado hebreo sobre el riesgo de poner a prueba la paciencia de Turquí­a.

Israel, que ya habí­a advertido que no permitirí­a que se violara el bloqueo, acusó a los militantes propalestinos de haber «desencadenado las violencias», al atacar a los soldados con cuchillos y barras de hierro. Pero los organizadores del convoy aseguraron que los comandos habí­an abierto fuego de forma injustificada.

Tras el asalto, los seis naví­os fueron llevados bajo escolta al puerto de Ashdod (sur de Israel). Cuarenta y cinco de los 686 pasajeros detenidos estaban en «ví­as» de ser expulsados del paí­s.

El martes, la prensa hebrea fustigaba el «fiasco» israelí­. «En estos tiempos difí­ciles , no tenemos al primer ministro, ni al ministro de Relaciones Exteriores, ni al gobierno, compuesto en su mayorí­a por lamentables e inútiles ministros, que Israel necesita», fulminaba el diario centrista Maariv.

PRENSA Netanyahu más aislado


La prensa de todo el mundo, incluida la de Israel, condenó hoy el asalto por comandos israelí­es a una flotilla de ayuda a Gaza, que acrecienta el aislamiento del gobierno de Benjamin Netanyahu.

«Misión condenada al fracaso» (Maariv), «Trampa» (Yediot Ahronot), «Fiasco» (Jerusalem Post), «El precio de una polí­tica errónea» (Haaretz): los diarios israelí­es criticaron con dureza la acción, que dejó el lunes nueve pasajeros muertos y siete soldados heridos, tras los enfrentamientos a bordo del ferry turco «Mavi Marmara».

En Turquí­a, los medios coinciden en señalar que el ataque pone en peligro las relaciones turco-israelí­es. «Las relaciones con Israel alcanzan su punto más bajo. Es difí­cil ahora repararlas», comentaba Hurriyet.

En el mundo árabe, la prensa acusó al Estado hebreo de «crimen de guerra» y exigió sanciones internacionales. «No basta que el mundo condene» la acción, apunta Al Hayat. «Hay que obligar al asesino a que cese de matar, y a forzarlo a aceptar un Estado palestino independiente», añade.

En Gran Bretaña, Times habla de «desastre» para el ejecutivo de Netanyahu y The Guardian asegura que la alegación israelí­ de defensa propia no tiene «ninguna validez».

En Francia, Libération deplora que el Estado hebreo «rehúse someterse a las normas del derecho, siempre en nombre de la seguridad», y Le Figaro opina que la operación «agravó el aislamiento diplomático de Israel, en un momento de por sí­ delicado» para su gobierno.

Según el diario alemán Suddeutsche Zeitung, el asalto empuja «aún más a Israel al margen de la comunidad internacional».

El Paí­s (España) describe la acción como un «atropello israelí­», que provocó un «terremoto diplomático».

La Repubblica de Italia asegura que el ataque «sólo puede tener consecuencias devastadoras para quien lo ha organizado, a saber el Estado de Israel».

En Bélgica, De Morgen opina que la «violencia excesiva y sin fin no conduce a soluciones sino a un endurecimiento del conflicto y a un aislamiento diplomático». Por su parte, Le Soir destaca que «la violencia de Israel le hace el juego al Hamas», el movimiento islamista palestino que controla la fanja de Gaza desde 2007.

«Incluso si hubiera habido armas en los barcos» de la flotilla, «el asalto sigue siendo una estupidez», afirma Volkskrant de Holanda, que añade: «Se dirí­a que Israel quiere a cualquier precio perder la guerra de las relaciones públicas».

En Suiza, Le Temps dice que Israel «se inflige un fiasco a la vez militar, diplomático y moral». Es evidente, agrega el diario, que los soldados israelí­es o estaban «mal informados» o «hicieron un uso desproporcionado de la fuerza».

En Suecia, Dagens Nyheter destaca que la ola de protestas internacionales «golpea ahora a Israel y no al detestable Hamas».

El diario danés Politiken ve en la operación «un nuevo ejemplo del creciente autismo de los polí­ticos israelí­es».

«Israel no quiere ver que la mayor amenaza para su existencia se halla en el interior de los muros que el propio paí­s ha construido», afirmaba este diario, antes de añadir: «Hamas se lo agradece: el mayor triunfo de los fundamentalistas se produce cuando sus propios adversarios actúan también como fundamentalistas».